sábado, 3 de enero de 2009

Borradores de antaño


Foto: Arturo Carrasco
"Nuestras equivocaciones contruyen nuestra experiencia y el escenario de nuestro pasado. Si las borramos, ¿qué nos queda? "

Arturo Carrasco


Aunque ni se puede ni se debe borrar el pasado, la primera semana de enero es un momento inmejorable para plantearse el corregir todo aquello que nos trastorna o hace daño. Gomas de borrar y tijeras son objetos útiles que todos tenemos a nuestra disposición en cualquier cajón.

Suprimir, anular, tachar, raspar, quitar, corregir, rectificar, decolorar, deshacer, desvanecer, esfumar, eliminar, limpiar y curar son tareas apropiadas para estos días que corren. Y, si es preciso, cambiar de cuaderno. Todos tenemos derecho a la ilusión de volver a empezar. Y, a pesar de que gran parte de nuestras enmiendas han de repetirse cada año, cada año debemos concedernos esa nueva oportunidad.

Cortaré los hilachos de lo desgastado, borraré lo que no salió como debía y empezaré un nuevo cuaderno que iré llenando de todo -bueno y malo-, lo que quiera que me deparen los próximos 365 días, con la confianza que me da mi provisión de gomas de borrar.

Gracias Arturo por este valioso regalo. Lo guardaba para una ocasión especial y ya ha llegado.

14 comentarios:

  1. Yo tengo una que borra personas, lugares, fechas y datos del pasado. Pero tiene un problema. Que sólo borra lo que quiere.Pretendía usarla para eliminar de la memoria, malos gestos, borracheras vergonzantes con resacas culpables, mala gente, imágenes desabradables... pero toma vida propia, deforma los recuerdos y suprime lo que no debe. De esta manera, ahora no consigo saber cual es la capital de Liberia, ni el nombre de aquella chica con la que baile en Pirandello cuando llevaba pantalones de campana, ni puedo visualizar el rostro de aquel amigo de la mili al que nunca volví a ver.
    Mejor no tocarla y que siga borrando suave.
    Hermosa entrada Emi.

    ResponderEliminar
  2. Pa'lante, siempre pa'alante! Que queda mucho por andar. Y hay que andar que sino nos coge el pasado, ya no nos suelta y nos hace viejos.

    ResponderEliminar
  3. No borro nada, no deseo borrar nada. La mente ya es demasiado tirana y me priva indiscriminadamente de los recuerdos vividos, y los deforma, o los llena de bruma y me hace dudar. Todo está ahí, más o menos cubierto de arena, enterrado bajo otros recuerdos, esperando que mi mente encuentre el camino para desenterrarlos y revivirlos, o con la esperanza de hacerlo. Mis vergüenzas y mis orgullos son mi equipaje, y las palabras, y las imágenes de las gentes que se cruzaron conmigo. No sé si existió, en todo caso ya no es. En algún momento, el recuerdo, adquirió vida propia, se independizó de mí, y yo sólo puedo percibirlo entre brumas, como algo lejano... y ajeno. Sé que lo perdí definitivamente, que para mí no existirá más, y que tengo que caminar hacia adelante, al presente, que es el acto puro, la realidad fáctica, hacia el futuro que es la potencia, la posibilidad infinita. La fragilidad de los recuerdos me hace intentar vivir intensamente los momentos, saborearlos lentamente intentando retenerlos y retrasar el momento en que se conviertan en recuerdos. Qué es bueno y qué es malo. Todo es una construcción desde nuestra percepción actual. Si miramos al pasado no solemos reconocernos en nuestras actitudes y, aquellos errores que creímos cometer antaño, hoy los vemos de muy distinta forma, incluso positivos para nuestro desarrollo personal.
    Creo que no hay que borrar nada, todo forma parte de nuestra historia personal. Todo nos ayuda a ir hacia adelante, hacia el futuro: lo bueno, que puede no ser tan bueno con la perspectiva del tiempo, y lo malo, que puede no ser tan malo, o incluso bueno, con la visión de los años pasados.

    Baja la bruma,
    no conozco tu rostro.
    Tu alma vuela en mi mente

    Besos Emi.

    ResponderEliminar
  4. Hay que empezar con todo el 2009, fuera lo malo... lo doloroso, lo que no salió bien.
    A empezar con buena onda y muchas sonrrisas para tener un buen 2009

    Saludos!!!!!!

    ResponderEliminar
  5. Arturo, ¡¿me regalas una goma mágica y tú no te quedas con una?! Es verdad que se nos borra lo que no queremos y se queda lo que borraríamos, pero yo hablo de simples retoques, suaves modificaciones que nos ayuden a crecer y a caminar con paso firme por el tiempo. ¿Quién es capaz de hacer un dibujo y que salga bien a la primera?. La vida necesita su propio "fotochop". No tiene nada que ver con el autoengaño. Es la creación sobre algo ya creado. Doble valor.

    ResponderEliminar
  6. Es cierto Rolex. Quedarse parado es morir. Y el camino, cuanto más ligero de pasado, mejor y con más ánimos se hace.

    ResponderEliminar
  7. Isago, la tuya es una opción que, por una parte, puede requerir mucho coraje, y, por otra, puede ser demasiado cómoda. Vivir con todo lo que hace daño requiere mucho valor. Pero, vivir con lo que no sirve, puede ser una cuestión de no querer remangarse y hacer una limpieza profunda.
    Si te fijas, los Saturnales (es decir, la Navidad pagana) es el período en el que las amas de casa de todas partes hacen limpieza profunda en la casa. Abrir y vaciar cajones, limpiar estantes (Linda tiene una entrada muy bonita en su blog sobre este tema). Y eso es lo que hago yo. Tiro lo viejo, lo feo y lo inservible porque todo eso es un lastre. Borro y limpio para volver a empezar.
    No estoy de acuerdo contigo en que todo nos ayuda a ir adelante. Ni la envidia, ni la codicia, ni el odio o el miedo, por mencionar algunos nos sirven. Más bien al contrario. Nos lastran.
    Definitivamente, no. Nada de conservar. Para colocar lo que vendrá, el espacio mucho mejor vacío, limpio. “En una taza llena no cabe nada más.”

    Un besazo, Isago. Como siempre, es un placer debatir contigo.

    ResponderEliminar
  8. AMG, eso pienso yo. Como le decía a Arturo, la vida tiene que tener su propio photoshop, que ya es, de por sí, bastante difícil.

    Por cierto, menudo inventazo eso del photoshop online. ¡Qué bien me ha venido!!!

    ResponderEliminar
  9. Jajajajaja! Para la vida no hay Photoshop! Para bien o para mal. Sólo existe para las imagenes y mirar en lo que se ha convertido, para muchos, lo de hacer fotos!

    ResponderEliminar
  10. Siempre se pueden hacer arreglillos, Rolex, pero, como en todo, no hay que abusar. Una cosa es borrar o suavizar y otra cambiar una cara por otra!!!

    (Me hace gracia porque cuando leo ese jajaja, lo oigo).

    ResponderEliminar
  11. Bueno, menos bla, bla, bla... Y pon otro post que es lo que queremos que hagas los que nos paseamos, encontramos, por aquí.

    ResponderEliminar
  12. Eso se merece que me quite el sombrero, hombre.

    ResponderEliminar
  13. Yo soy como tú partidaria de no olvidarnos (o borrar) lo que podemos ser y no nos gusta ser. De hecho creo que deberíamos rotularlo y ponerlo en el frigo con un imán, para que no se nos olviden ciertas cosas que no nos ayudan en nada a seguir adelante.
    Hay algunas personas, que padecen un trastorno concreto y que son dadas a guardar de todo, a rodearse hasta la saciedad y nunca se sacian, de todo, y nunca tiran nada, algo enfermizo. El ser humano tiene que tener la capacidad, bien sana digo yo, de retirar de circulación ciertas cosas que no nos benefician, pero no olvidarlas ni borrarlas del mapa, solo apartarlas, aprender a reciclar emociones y demás, y darlas una salida provechosa sin duda.

    Es la teoría, luego viene lo dificil, ya sabes, eso de poner en práctica las cosas.

    Un beso Emi, una entrada preciosa.
    ana

    ResponderEliminar
  14. Está muy bien lo que has escrito de la goma de borrar, pero no se deben borrar los errores, sino aprender de ellos para intentar no volver a cometerlos, sino te quedas sin memoria.

    ResponderEliminar

Cuéntame, te escucho atentamente.