jueves, 31 de diciembre de 2009

Un año más

Foto: Reloj, Arturo Carrasco
Saludo de Pedro Miguel 
(Lo encontraréis en el blog Navegaciones)

El mundo gira a diario.
minuto tras minuto:
la vida no conoce principios ni finales,
un ciclo se completa horas tras hora.
Mes a mes, decenio tras decenio,
hace girar las tuercas del dolor,
hace brotar flores de gozo.

Las ruedas de los días sedimentan
fósiles de serpientes que se muerden la cola,
renuevos, liquidaciones, tumbas y cunas.
No hay un momento para comenzar
ni una hora precisa para el término.

Estás. Respiras. Comes y desechas
en cada pausa del reloj;
no le pides permiso al minutero
para abrir los telones del amor
ni para ser cobarde
ni para edificar el paraíso
ni para revolcarte en la sentina.
No hay un triunfo de mármol
ni un fracaso del todo irremediable.

El ritual es hermoso
pero no te lo creas demasiado:
no hay misterio ninguno en esta fiesta.
Despierta. Duerme. Vive.
Todos los días hay un año nuevo.

martes, 29 de diciembre de 2009

Revolutionary Road




¿Y quién puso las normas?
April Wheeler a su marido, Frank

Hace un par de días que vi esta conmovedora historia de amor y vida que es Revolutionary Road. Después de alguna reflexión, lo que más me sorprende, es descubrir el extraordinario parecido de nuestra sociedad de hoy con la descrita en la película, a pesar de estar situada a mediados de los años 50 y en los EEUU. Llama la atención cómo los valores de estabilidad y seguridad, tanto en el trabajo como en el matrimonio, siguen presentes aquí y ahora.

Frank es un marido típico que ama a su esposa, más como esposa que como mujer. Será por ello que es incapaz de comprender las aspiraciones de April. Ella es una actriz frustrada que se ha enamorado de él porque le consideraba el hombre más interesante y divertido sobre la tierra. Pero, realizar un trabajo que no te gusta, día tras día (él vende aparatos de oficina y ella es ama de casa), tiene su precio. Desgasta la alegría de vivir, la creatividad y el buen humor. En definitiva, que el aburrimiento y la distancia conviven con ellos y sus dos hermosos hijos. En ese contexto, resulta chocante la escena en la que, mientras él está desahogando su tristeza con la secretaria, ella está maquinando un plan de choque para acabar con la desidia. April, le propone a Frank vender la casa y trasladarse a París, lugar donde Frank ubicaba sus sueños de juventud. Ella trabajaría para él y él podría pensar sobre lo que quiere hacer con su vida ¿Infantil? ¿Caprichoso? Todo el mundo lo juzgará y, al final, prevalecerá el sentido común, la cordura.

Una de las cosas que más me gustan de la peli es que, a pesar de que todas mis simpatías se vuelcan en April, Frank me parece tan víctima de la comodidad como ella. Es de esas películas que se pueden ver y rever, unas veces desde el punto de vista de ella y otras desde el punto de vista de él.

También me atrae la fuerza de la película para devolver a la orilla todo lo que tiramos porque no lo queremos ni ver. Me refiero a nuestras -bueno, en realidad las mías- contradicciones cotidianas. Esa defensa teórica de subir la empinada cuesta de la Calle de la Revolución, para luego instalarte para siempre en la rutina y comodidad cotidianas. O, lo que es lo mismo, animar a todo el mundo a subir la cuesta y, a la hora de la verdad, aconsejarles sensatez.


En verión original



En español



Ficha técnica: Revolutionary Road by Justin Haythe (Novela: Richard Yates)

lunes, 28 de diciembre de 2009

Sin mapa por la vida


Foto: Niña sin mapa, Crystal
La vida se hace caminando sin mapa y no hay forma de volver atrás.


Isabel Allende, La suma de los días

Sí, ya sé que esto empieza a ser patológicamente compulsivo. Lo peor es que ya no sé lo que me gusta más, si crear entradas o hacer mis propias plantillas para blogs. Puede que acabe haciendo otro blog para plantillas -todo se andará.

De momento éste va dedicado a las personas que, en algún momento de nuestra vida, nos vemos un poco perdidas y, en especial, a mi querida Elena. Deseo enormemente poder trasmitirle algunas de las enseñanzas que a mí me han ayudado, fundamentalmente de Osho (a quien descubrí gracias a María) y de Marié, incasable colaboradora de este lugar de encuentro.

El nombre de mi nueva criatura:
Sin mapa por la vida

sábado, 26 de diciembre de 2009

Frank Sinatra, Let it snow




Oh, the weather outside is frightful,
But the fire is so delightful,
And since we've no place to go,
Let it snow, let it snow, let it snow.

It doesn't show signs of stopping,
And I brought some corn for popping;
The lights are turned way down low,
Let it snow, let it snow, let it snow.

When we finally kiss good night,
How I'll hate going out in the storm;
But if you really hold me tight,
All the way home I'll be warm.

The fire is slowly dying,
And, my dear, we're still good-bye-ing,
But as long as you love me so.
Let it snow, let it snow, let it snow.

martes, 22 de diciembre de 2009

Poco se sabe




Poco se sabe, Juan Gelman

Yo no sabía que
no tenerte podía ser dulce como
nombrarte para que vengas aunque
no vengas y no haya sino
tu ausencia tan
dura como el golpe que
me di en la cara pensando en vos.

domingo, 20 de diciembre de 2009

La sonrisa de la Monna Lisa


Foto: La Gioconda, Jara
(Para ver mejor la imagen, pincha en ella)

En el año 2005, en un Congreso sobre Percepción Visual en la Coruña, Margaret Livingstone explicó en términos científicos por qué desaparece la sonrisa de la Monna Lisa cuando nos fijamos en su boca.

Según esta neuróloga, la enigmática sonrisa se esfuma debido a una ilusión óptica ya que el ojo humano tiene dos tipos de visión. La visión central permite reconocer los detalles. La periférica es más adecuada para reconocer las sombras. La sonrisa de la Gioconda está realizada por medio de sombras que se aprecian mejor con la visión periférica, por lo que no es fácil de percibir cuando se fija la vista en la boca.

Aclarado esto por los neurólogos, la pregunta que surge es si
Leonardo aplicó de manera intencionada este efecto. Y sí, parece que el pintor empleó de manera intuitiva, pero consciente, lo que los científicos tardaron 500 años en descubrir.

Pese a la credibilidad de la explicación, el misterio de esta sonrisa se mantiene inmutable. Sin embargo, el placer que da observarla -con ser grande-
¿no es infinitamente inferior al placer que provoca el maravilloso enigma de la sonrisa de nuestros hijos?

Cuadro: La Gioconda, Leonardo da Vinci, 1503/1506


La ciencia desvela el enigma de la sonrisa de la Mona Lisa, ECVP 2005 News August 25, 2005

viernes, 18 de diciembre de 2009

Tus ojos


Foto: Jara vista por ella misma, Jara
(Para ver mejor la imagen, pincha en ella)





Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos,
que son dos hormigueros solitarios...

Fragmento de Miguel Hernández

Autoconfianza e inteligencia son sus principales características. Es alegre y batalladora, observadora y muy atenta a los detalles. Sabe escuchar a los demás y sus consejos son muy valorados. Ama la verdad y enfrenta los problemas con gran determinación. Debido a su fuerte personalidad, tiene una ligera tendencia a ser autoritaria. En el amor aparenta cierta frialdad, pero cuando se enamore de verdad, demostrará sus sentimientos con gran pasión. Necesitará de alguien tranquilo y afectuoso que respete su individualidad. Excepcionalmente dotada para el deporte, posee además un enorme potencial relacionado con lo artístico. Sus pies, su punto débil, sólo los descubre en verano.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Chopin, senza tempo


El éxtasis de Santa Teresa, Bernini



No tendría aún doce años cuando, una noche, ya en la cama, tratando de sintonizar en la radio algo interesante antes de quedarme dormida –creo que buscaba un programa de humor que entonces solía escuchar, hice uno de los mayores descubrimientos de mi vida. De mi viejo transistor, emanó una música que me dejó... ¿cómo diría yo?, como si acabara de visualizar un ángel. Tengo el recuerdo de sentirme extasiada -seguro que exagero, pero me veo a mí misma con el cuerpo conmovido de Santa Teresa representada por Bernini. Esa primera música clásica que llegó a mis oídos, pertenecía a Chopin, quien, de inmediato (bien es verdad que todavía no conocía a ningún otro), se convirtió en mi compositor preferido. Y así continuó hasta que descubrí a Beethoven. Pero eso sería seis años más tarde.

No soy capaz de recordar qué pieza escuché. No sé si se trataba de un nocturno, un estudio, o una polonesa, pero no podía dejar de inaugurar mi nuevo blog, Senza Tempo, dedicado a la música, sin brindarle a él, al gran Chopin, el primer post. Él fue mi iniciador en este mundo. Un mundo que,
como el de los libros, desde entonces y hasta hoy, nunca me ha fallado.

Espero que los entendidos me sepan perdonar por el atrevimiento de hablar sobre un tema que realmente desconozco. No tengo más pretensión que la de compartir con vosotros las piezas musicales que, en algunas ocasiones de mi vida, me han hecho acercarme tanto a la felicidad, que hasta me la he creído.




miércoles, 9 de diciembre de 2009

El aí ai o la pereza

Foto: Brydapus tridactylus o Ai ai en Santa Wipidedia

Nada, o casi nada, sabía yo de la existencia de estos seres curiosos. La novela de Sam Savage, El lamento del perezoso, me los descubrió. Su nombre oficial es Bradypus tridactylus (el nombre le viene de sus tres únicos dedos en cada pata), pero son conocidos en algunas partes con el simpático nombre de aí ai. Algunas de sus características me resultaron bastante familiares.
En realidad Andrew Whittaker, a no ser por el grito que emite, no comparte casi nada con este animal ya que Andrew, si no está enfermo por comer salchichas caducadas, es un hombre que no para (aunque, quizás, habría que matizar que es su bolígrafo lo que no para). Por el contrario, el aí ai es tan lento en sus movimientos que le sale moho en la piel. Puede pasar horas y horas colgado con la espalda hacia abajo y quedarse dormido en esa posición. Según la novela, cuando se olvida de seguir agarrado, se mata al caer, pero he leído en la Wikipedia que, tiene tal habilidad para colgarse de los árboles, que puede permanecer agarrado hasta después de muerto.
El caso es que el bicho se pasa el día sin hacer nada de provecho, y eso me recuerda que todavía hay seres que pasamos por la vida así, lentos e infecundos, simplemente viviendo- o sobreviviendo- colgados de nuestros sueños.





A la pereza, de Manuel Bretón de los Herreros
¡Qué dulce es una cama regalada!
¡Qué necio, el que madruga con la aurora,
aunque las musas digan que enamora
oír cantar un ave la alborada!

¡Oh, qué lindo en poltrona dilatada
reposar una hora, y otra hora!
Comer, holgar..., ¡Qué vida encantadora,
sin ser de nadie y sin pensar en nada!

¡Salve, oh Pereza! En tu macizo templo
ya, tendido a la larga, me acomodo.
De tus graves alumnos el ejemplo

me arrastra bostezando; y, de tal modo
tu estúpida modorra a entrarme empieza,
que no acabo el soneto... de per...(eza)

lunes, 7 de diciembre de 2009

El lamento del perezoso


Conocemos al protagonista, Andrew Whittaker, a través de sus escritos. Escritos de todo tipo que van desde cartas (en un mundo en el que ya nadie escribe) a listas de la compra (compras que el protagonista nunca realiza ya que apenas sale de su desmantelada casa). Ese ambiente claustrofóbico queda perfectamente recogido en la novela.

Whittaker es uno de esos humanos que, un día cualquiera, fallecen en la más absoluta soledad y, cuando su cadáver es finalmente hallado, no lo reclama nadie. Y es que, pese a ser considerado por algunos comentaristas “un entrañable visionario”, “un Quijote” de nuestros días, yo lo percibo como una pobre alma infeliz, capaz de contar las más inverosímiles mentiras e incapacitado para sentir tristeza ante la muerte de su propia madre. Una madre, todo hay que decirlo, que negaba la existencia de su hijo eliminando cualquier rastro fotográfico de su paso por esta vida.

Sam Savage hace gala de un particular humor negro para que nosotros mismos, sin descripción alguna, nos hagamos la imagen del protagonista y del sórdido vencindario que le rodea. Una mezcla del Gregorio Samsa de Kafka y Mr. Bean, sobreviviendo en una atmósfera cargante y opresiva, en un mundo lleno de desesperación y sinsentido.

Estoy segura de que la versión en inglés añade los matices que complementarían esta historia, aunque, igualmente, merece la pena ser leída. Es pasados unos días cuando empieza una a sacarle de verdad su jugo.


viernes, 27 de noviembre de 2009

Con el Chau de Benedetti

Foto: El retorno de la memoria, Arturo Carrasco





Bye, o sea, ciao.
Yo no es que me quiera ir.
Pero cuando me vaya
(porque tenga que ser así),
no lo haré del todo,
algo quedará de mí.

Estaré
(un tiempo al menos),
en el recuerdo de aquéllos
que yo olvidaría.

(Maldita memoria la mía
que me relegará a una esquina
desterrándome de mi propia historia).

Estaré en el verdín de la roca
en el que, una y otra vez,
perdiendo pie me escurrí.
En la cuerda de la guitarra
que sin querer rompí.
En el canto de la cigarra
(lo verás
cuando pases
por ese lugar de La Provenza
donde un día fui feliz).

Puede que alguien
me encuentre perdida
en la letra de la canción
que nunca logré aprender.
En el beso que no di.
En las migas del mantel
o en algún sueño
de los que tuve cuando
no podía dormir.

Bye, o sea ciao,
Yo no es que me quiera ir.
Sólo es que prefiero eso
cuando el olvido
se apodere definitivamente de mí.




domingo, 15 de noviembre de 2009

Más que un amigo

Foto: Tusky



Elegía en la muerte de un perro de Miguel de Unamuno

La quietud sujetó con recia mano
al pobre perro inquieto,
y para siempre
fiel se acostó en su madre
piadosa tierra.

Sus ojos mansos
no clavará en los míos
con la tristeza de faltarle el habla;
no lamerá mi mano
ni en mi regazo su cabeza fina
reposará.

Y ahora, ¿en qué sueñas?
¿dónde se fue tu espíritu sumiso?
¿no hay otro mundo
en que revivas tú, mi pobre bestia,
y encima de los cielos
te pasees brincando al lado mío?

¡El otro mundo!
¡Otro… otro y no éste!
Un mundo sin el perro,
sin las montañas blandas,
sin los serenos ríos
a que flanquean los serenos árboles,
sin pájaros ni flores,
sin perros, sin caballos,
sin bueyes que aran…

¡El otro mundo!
¡Mundo de los espíritus!
Pero allí ¿no tendremos
en torno de nuestra alma
las almas de las cosas de que vive,
el alma de los campos,
las almas de las rocas,
las almas de los árboles y ríos,
las de las bestias?

Allá, en el otro mundo,
tu alma, pobre perro,
¿no habrá de recostar en mi regazo
espiritual su espiritual cabeza?
La lengua de tu alma, pobre amigo,
¿no lamerá la mano de mi alma?

¡El otro mundo!
¡Otro… otro y no éste!
¡Oh, ya no volverás, mi pobre perro,
a sumergir los ojos
en los ojos que fueron tu mandato;
ve, la tierra te arranca
de quien fue tu ideal, tu dios, tu gloria!

Pero él, tu triste amo,
¿te tendrá en la otra vida?
¡El otro mundo!…
¡El otro mundo es el del puro espíritu!
¡Del espíritu puro!
¡Oh, terrible pureza,
inanidad, vacío!

¿No volveré a encontrarte, manso amigo?
¿Serás allí un recuerdo,
recuerdo puro?
Y este recuerdo
¿no correrá a mis ojos?
¿No saltará, blandiendo en alegría
enhiesto el rabo?
¿No lamerá la mano de mi espíritu?
¿No mirará a mis ojos?

Ese recuerdo,
¿no serás tú, tú mismo,
dueño de ti, viviendo vida eterna?
Tus sueños, ¿qué se hicieron?
¿Qué la piedad con que leal seguiste
de mi voz el mandato?

Yo fui tu religión, yo fui tu gloria;
a Dios en mí soñaste;
mis ojos fueron para ti ventana
del otro mundo.
¿Si supieras, mi perro,
qué triste está tu dios, porque te has muerto?

¡También tu dios se morirá algún día!
Moriste con tus ojos
en mis ojos clavados,
tal vez buscando en éstos el misterio
que te envolvía.
Y tus pupilas tristes
a espiar avezadas mis deseos,
preguntar parecían:
¿Adónde vamos, mi amo?
¿Adónde vamos?

El vivir con el hombre, pobre bestia,
te ha dado acaso un anhelar oscuro
que el lobo no conoce;
¡tal vez cuando acostabas la cabeza
en mi regazo
vagamente soñabas en ser hombre
después de muerto!
¡Ser hombre, pobre bestia!

Mira, mi pobre amigo,
mi fiel creyente;
al ver morir tus ojos que me miran,
al ver cristalizarse tu mirada,
antes fluida,
yo también te pregunto: ¿adónde vamos?

¡Ser hombre, pobre perro!
Mira, tu hermano,
ese otro pobre perro,
junto a la tumba de su dios, tendido,
aullando a los cielos,
¡llama a la muerte!

Tú has muerto en mansedumbre,
tú con dulzura,
entregándote a mí en la suprema
sumisión de la vida;
pero él, el que gime
junto a la tumba de su dios, de su amo,
ni morir sabe.

Tú al morir presentías vagamente
vivir en mi memoria,
no morirte del todo,
pero tu pobre hermano
se ve ya muerto en vida,
se ve perdido
y aúlla al cielo suplicando muerte.

Descansa en paz, mi pobre compañero,
descansa en paz; más triste
la suerte de tu dios que no la tuya.
Los dioses lloran,
los dioses lloran cuando muere el perro
que les lamió las manos,
que les miró a los ojos,
y al mirarles así les preguntaba:
¿adónde vamos?

jueves, 5 de noviembre de 2009

El Muro de Berlín

Foto: El muro de Berlín en 1989, eMi

Foto: El muro de Berlín en diciembre de 1989, eMi

Foto: Torreta de vigilancia en Berlín orietnal, 1989, eMi


Foto: Soldados rusos en 1989, eMi


Foto: Metro en el Berlín oriental, eMi


Una experiencia única. Un viaje que nada tuvo que ver con lo turístico. Un contacto con la realidad que acabó con la utopía. Un sueño del que despertamos para vernos de lleno en la tristeza del blanco o negro. Fin de una etapa. Comienzo de la edad madura.

No, no es que el lugar tuviera magia. Mágicos fueron los días que nos permitieron vivir en primera persona un proceso histórico que afectaría más o menos directamente a nuestras vidas. Fue todo un privilegio conocer un mundo que iniciaba su desaparición para siempre. Un mundo derribado como el propio Muro. Atravesar el checkpoint Charlie, verse abrazado por desconocidos por la mera alegría de tener contacto con alguien del otro lado, viajar en metros absolutamente limpios de publicidad, pasear por plazas sin ceniceros ni colillas, volar en aviones con rotos cinturones de seguridad, emborracharse para no ser groseros con la hospitalidad (imposible rechazar los chupitos o no corresponder con más), disfrutar de "La flauta mágica" por el módico precio de 10 pesetas, viajar en tranvía por 20 céntimos, son algunos ejemplos de la mágia que vivimos unos días después de que los berlineses empezaran a picar el Muro (yo conservo mi trocito).

Take me away


Fotos: Take it easy, Ben; Bluebonnets, Cybastean; We are not alone, Yusuf_alioglu; Freedom, Pablo J. Ghünter




Cowboy Take Me Away

I said I wanna touch the earth
I wanna break it in my hands
I wanna grow something wild and unruly

I wanna sleep on the hard ground
In the comfort of your arms
On a pillow of bluebonnets
In a blanket made of stars

Oh it sounds good to me I said

Cowboy take me away
Fly this girl as high as you can
Into the wild blue
Set me free oh I pray
Closer to heaven above and
Closer to you closer to you

I wanna walk and not run
I wanna skip and not fall
I wanna look at the horizon
And not see a building standing tall

I wanna be the only one
For miles and miles
Except for maybe you
And your simple smile

Oh it sounds good to me
Yes it sounds so good to me

Cowboy take me away
Fly this girl as high as you can
Into the wild blue
Set me free oh I pray
Closer to heaven above and
Closer to you closer to you

I said I wanna touch the earth
I wanna break it in my hands
I wanna grow something wild and unruly
Oh it sounds so good to me

Cowboy take me away
Fly this girl as high as you can
Into the wild blue
Set me free oh I pray
Closer to heaven above and
Closer to you closer to you
Closer to you
Cowboy take me away.
Closer to you

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Qué es eso?

Foto: La silla vacía, Saul Landell









The Little Boy and the Old Man, Shel Silverstein

Said the little boy, "Sometimes I drop my spoon."
Said the old man, "I do that, too."
The little boy whispered, "I wet my pants."
"I do that too," laughed the little old man.
Said the little boy, "I often cry."
The old man nodded, "So do I."
"But worst of all," said the boy, "it seems
Grown-ups don't pay attention to me."
And he felt the warmth of a wrinkled old hand.
"I know what you mean," said the little old man.

El muchacho y el anciano

Dijo el muchacho, "A veces se me cae la cuchara."
Dijo el anciano, "A mi me pasa eso también."
El muchacho musitó, "Mojo los pantalones."
"Yo también", rió el anciano.
El muchacho dijo, "A menudo lloro."
El anciano asintió, "Yo también."
"Pero lo peor de todo" dijo el chaval, "parece
que los adultos no me prestan atención."
Y sintió el calor de una vieja y arrugada mano.
"Sé a lo que te refieres," dijo el anciano.


martes, 3 de noviembre de 2009

Alda Merini


Foto: Alda Merini

Alda Merini

Ho acceso un falò
nelle mie notti di luna
per richiamare gli ospiti
come fanno le prostitute
ai bordi di certe strade,
ma nessuno si é fermato a guardare
e il mio falò si è spento.


Encendí una fogata
en mis noches de luna
para llamar a los huéspedes
como hacen las prostitutas
en la orilla de ciertas carreteras,
pero nadie se detuvo a mirar
y mi fogata se apagó.





José Luis López Vázquez, Francisco Ayala, Pina Bausch, Alda Merini junto con otras dos madres, esas que son reinas de corazones, suman seis adioses en unos pocos días.

Alda Merini, con su collar de perlas, sus cuatro hijas y los 70 u 80 cigarrillos diarios que le prolongaron la vida -pese a la locura y la muerte en vida. Así suenan sus versos y retumbarán desde la otra orilla.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Decir amigo


Foto: Amigas in Portsmouth, eMi



Paulo Coelho

Un Hombre, su caballo y su perro iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales( a veces los muertos andan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición…).

La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos.

En una curva del camino vieron un magnífico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro.

El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él, el siguiente diálogo:

Buenos días.
Buenos días - Respondió el guardián
¿ Cómo se llama este lugar tan bonito?.
Esto es el cielo.
Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!
Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera. Y el guardián señaló la fuente.
Pero mi caballo y mi perro también tienen sed…
Lo siento mucho – Dijo el guardián – pero aquí no se permite la entrada a los animales.
El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber sólo. Dio las gracias al guardián y siguió adelante.

Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles..

A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía.

Buenos días – dijo el caminante.
El hombre respondió con un gesto de la cabeza.
Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo
Hay una fuente entre aquellas rocas – dijo el hombre, indicando el lugar.
Podéis beber toda el agua como queráis.
El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed.
El caminante volvió atrás para dar gracias al hombre
Podéis volver siempre que queráis – Le respondió éste.
A propósito, ¿cómo se llama este lugar? – preguntó el hombre.
CIELO.
¿El Cielo? Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!
Aquello no era el Cielo. Era el Infierno – contestó el guardián.
El caminante quedó perplejo.
¡Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¡ Esta información falsa debe provocar grandes confusiones! – advirtió el caminante.
¡De ninguna manera! – respondió el hombre. En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos…

domingo, 1 de noviembre de 2009

Lo único que queda es el desierto

Fotos: Cementerio en el centro de Porstmouth, Julius



Este mundo es como el desierto y todos tenemos que hacernos a la idea. (...)

Si llueve, las plantas florecen; si no llueve, se secan. Los insectos son devorados por las lagartijas, por los pájaros. Pero, en definitiva, todos acaban muriendo. Y, después de muertos, se secan. Cuando una generación muere, la sucede la siguiente. Es así, Hay muchas maneras de vivir. Hay muchas maneras de morir. Pero eso no tiene ninguna importancia. Al final, sólo queda el desierto. El desierto es lo único que vive de verdad. (...)

"Toda se va deprisa", pensé. Algunas cosas desparecen de repente como si las hubieran cortado. Otras se van difuminando despacio antes de borrarse definitivamente. "Y lo único que queda es el desierto."

Haruki Murakami, Al sur de la frontera, al oeste del sol

viernes, 30 de octubre de 2009

El eslabón invisible

Foto: Día de sol en Hide Park, eMi

Raúl Ariza, El eslabón invisible

El sol caribeño anda totalmente desconcertado. Otras veces celestino, ahora, sin embargo, no entiende por qué esa pareja no le da rienda suelta a los mimos, las miradas y los besos. Por qué el lazo que une a esas dos personas, resulta invisible incluso a la vista de ellas mismas.

El caso es que ella necesita sentirse enamorada de él, como señal de que cambiar de vida es posible. Haciéndolo, dejándole entrar por entre las rendijas que siempre existen hasta en los convencimientos más estrictos, se demostrará a sí misma que quien ama tiene más posibilidades de ser amado, que se puede encontrar la dicha en esas cosas sencillas que tanto se alejan del frenesí, y que hasta los más amargos recuerdos de amores pasados, acaban sucumbiendo frente a la devastadora poesía de las nuevas caricias.

Por su parte, él necesitaría, ante todo, creerla. Distante como un susurro y frío como un témpano de hielo, jamás pensó que la belleza de una mujer pudiera traer algo que no fuera un montón de problemas, de ahí que desconfíe ante unos ojos sonrientes. Es un hombre solo. Un hombre refugiado en su trabajo. Un tipo de ésos que, como piensan que la dependencia debilita, aparentan necesitarse a sí mismo más de lo que admitirán jamás necesitar a otras personas.

Por todo lo dicho, entre ellos ha surgido antes la tensión que la atracción. En lugar de rendirse a sus inteligentes instintos, ambos han establecido un acuerdo de mínimos que les convierte en compañeros antes que en amantes. Han conseguido por tanto, que ese sentimiento soterrado bajo los cascotes del deber, les haga ser la pareja perfecta, el binomio ideal para que nadie descubra que lo que realmente les une, no es una estrecha y compacta relación profesional, sino el desmedido amor que se profesan.


miércoles, 28 de octubre de 2009

La mamma morta

Cuadro: El día de todos los Santos, Emile Friant

A una querida amiga



La mamma morta m'hanno
alla porta della stanza mia;
Moriva e mi salvava!
poi a notte alta
io con Bersi errava,
quando ad un tratto
un livido bagliore guizza
e rischiara innanzi a' passi miei
la cupa via!
Guardo!
Bruciava il loco di mia culla!
Così fui sola!
E intorno il nulla!
Fame e miseria!
Il bisogno, il periglio!
Caddi malata,
e Bersi, buona e pura,
di sua bellezza ha fatto un mercato,
un contratto per me!
Porto sventura a chi bene mi vuole!
Fu in quel dolore
che a me venne l'amor!
Voce piena d'armonia e dice:
"Vivi ancora! Io son la vita!
Ne' miei occhi è il tuo cielo!
Tu non sei sola!
Le lacrime tue io le raccolgo!
Io sto sul tuo cammino e ti sorreggo!
Sorridi e spera! Io son l'amore!
Tutto intorno è sangue e fango?
Io son divino! Io son l'oblio!
Io sono il dio che sovra il mondo
scendo da l'empireo, fa della terra
un ciel! Ah!
Io son l'amore, io son l'amor, l'amor"

sábado, 24 de octubre de 2009

Metáforas

Cuadro: Andrew N. Wyeth, Wind from the Sea (1943)
"The window's open, the June breeze gently rustling the hem of the white lace curtains. A faint scent of the sea is in the air. I remember feeling the sand in my hand at the beach. I walk away from the desk and over to Oshima, and hold him tight. His slim body calls up all sorts of nostalgic memories.
He gently rubs my hair. "The world is a metaphor, Kafka Tamura," he says into my ear."


"La ventana está abierta, la brisa de junio hace susurrar quedamente el dobladillo de los visillos de encaje blanco. Un leve aroma de mar está en el aire. Recuerdo el tacto de la arena en mi mano en la playa. Me alejo del escritorio y voy hacia Oshima, y le abrazo fuerte. Su delgado cuerpo me evoca toda clase de nostálgicos recuerdos.
Con ternura me revuelve el pelo. "El mundo es una metáfora, Kafka Tamura," me dice al oído."

Haruki Murakami
, Kafka on the Shore


“Pinta tu aldea y pintarás el mundo”.
Tolstoi



Dos estupendas reseñas sobre Kafka en la orilla se pueden leer en: Letras libres y Libros y literatura.
En Closing Time podéis leer otra cita de la misma novela.

sábado, 17 de octubre de 2009

El grito de mi generación

Ya es el quinto año consecutivo. Éramos pocos, pero cuatro cantantes: Marcos Cao de La Sonrisa de Julia, Dani Martín y David Otero de El Canto del Loco y Juan Suárez de El Sueño de Morfeo, estrenaron su canción El grito de mi generación y nosotros gritamos, bailamos y pitamos con ellos.

El ambiente era magnífico, pero fui consciente de la crisis, no la económica, sino la anímica. Una monja a la que yo quiero mucho comentó, "Verás mañana cómo se pone esto".

miércoles, 14 de octubre de 2009

Mil veinte millones




¡Manifiéstate Contra la Pobreza!

En 2009 hay 1020 millones de personas que pasan hambre en el mundo. Manifiéstate para que los líderes políticos cumplan con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Viernes 16 de octubre de 2009 a las 18h. De Cibeles a Sol.

En el año 2000, 189 jefes de Estado se comprometieron con el cumplimiento de los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015, entre ellos, reducir a la mi­tad el número de personas que pasan hambre. En 2009, casi a 10 años desde la adopción de este compromiso, los objetivos siguen lejos de cumplirse. Un claro ejemplo de esto, es que en 2009 hay 1020 millones de personas que pasan hambre en el mundo.


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lunes, 12 de octubre de 2009

Dos cuerpos

Fotos: Cama con libro y Cerillas, Cristina Catarecha y Conchas y Tren, eMi




Dos cuerpos, Octavio Paz

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.

domingo, 11 de octubre de 2009

Thelma and Louise



The morning sun touched lightly on the eyes of Lucy Jordan
In a white suburban bedroom in a white suburban town
As she lay there neath the covers dreaming of a thousand lovers
Till the world turned to orange and the room went spinning round.

At the age of thirty-seven she realised shed never
Ride through Paris in a sports car with the warm wind in her hair.
So she let the phone keep ringing and she sat there softly singing
Little nursery rhymes shed memorised in her daddys easy chair.

Her husband, he's off to work and the kids are off to school,
And there are, oh, so many ways for her to spend the day.
She could clean the house for hours or rearrange the flowers
Or run naked through the shady street screaming all the way.

At the age of thirty-seven she realised shed never
Ride through Paris in a sports car with the warm wind in her hair
So she let the phone keep ringing as she sat there softly singing
Pretty nursery rhymes she'd memorised in her daddy's easy chair.

The evening sun touched gently on the eyes of Lucy Jordan
On the roof top where she climbed when all the laughter grew too loud
And she bowed and curtsied to the man who reached and offered her his hand,
And he led her down to the long white car that waited past the crowd.

At the age of thirty-seven she knew she'd found forever
As she rode along through Paris with the warm wind in her hair ...





viernes, 9 de octubre de 2009

El arte de pedir perdón





Sorry
Is all that you can't say
Years gone by and still
Words don't come easily
Like sorry like sorry

Forgive me
Is all that you can't say
Years gone by and still
Words don't come easily
Like forgive me forgive me

But you can say baby
Baby can I hold you tonight
Maybe if I told you the right words
At the right time you'd be mine

I love you
Is all that you can't say
Years gone by and still
Words don't come easily
Like I love you I love you

domingo, 4 de octubre de 2009

Mercedes Sosa, Si se calla el cantor



Ella descansa. Nosotros nos quedamos con algo menos de esperanza.

sábado, 3 de octubre de 2009

A toda velocidad


Foto: A toda velocidad, Jara

Cumpleaños,
Ángel González

Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en el aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños.
Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!

Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.

viernes, 2 de octubre de 2009

Espejos






Presa fácil, Eduardo Zambrano

Este que ahora ven
militante de corbata y saco,
líder de proyectos
y otros fantasmas del deber
en las nimias batallas de escritorio:

Polvo
que también fue animal de mil lecturas
en las más largas noches del espíritu;
solitario y solidario se bebió la juventud
en esa rara mezcla de licores.

Este que ahora ven
boceto y carne de cañón entre las prisas,
contando la poesía que le queda
con los dedos; en otrora astrónomo
felizmente venido a menos
por encontrar unos ojos
(aún su más caro descubrimiento):

Tiempo
que también es animal de mil venturas
en los más largos días de la carne;
presidiario y mercenario por pagar la sensatez
a un magro patrimonio de valores.

Este que ahora ven
de pequeña barriga y tirando a calvo

en el espejo

también es el otro, paternidad caída,
presa fácil de la locura
y la belleza.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Nómadas


Foto: No regrets, Allard One



Nómadas que buscan los ángulos de la tranquilidad,
en las nieblas del norte, en los tumultos civilizados,
entre los claros oscuros y la monotonía de los días que pasan.
Caminante que vas buscando la paz en el crepúsculo
la encontrarás, la encontrarás al final de tu camino.
Largo el tránsito de la aparente dualidad,
la lluvia de Septiembre despierta el vacío de mi cuarto
y los lamentos de la soledad aún se prolongan.
Como un extranjero no siento ataduras del sentimiento,
y me iré de la ciudad, esperando un nuevo despertar.
Los viajantes van en busca de hospitalidad,
en pueblos soleados, en los bajos fondos de la inmensidad,
y después duermen sobre las almohadas de la tierra.
Forastero que buscas la dimensión insondable,
la encontrarás fuera de la ciudad, al final de tu camino.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Ya no siento






Nunca hubo bellas cartas de amor

Nunca hubo bellas cartas de amor,
ni ramitos de violetas,
ni rosas blancas,
ni regalos sorpresa,
ni poemas de su puño y letra
expresando su pasión.

Tan sólo hubo
noches en cama ancha,
años de ternura y besos,
entrelazados en desamor.

Y ahora, llegado el momento
de decirse adiós,
ella se queda sin despedida,
con su soledad dormida,
las viejas canciones
que llenaron sus otras vidas
y unas cuantas conchas en un cajón.

eMi

viernes, 25 de septiembre de 2009

Muchacha en la ventana, otra vez

Foto: Muchacho en la ventana, Saul Landell







Antes de que cuente diez
Creo que ya lo dije en alguna otra parte de este diario abierto, si no me gusta escribir es porque siempre hay alguien que ya ha expresado lo que siento y esta canción de Fito es uno de los mejores ejemplos. Pero, siguiendo los consejos de Carlos, retiraré la letra, no sea que, además de las multas por aparcar en calles vacías que me ha puesto el ayuntamiento, tenga que pagar por compartir este poema en este espacio tan pequeño.

En realidad, la letra admite, en mi caso,  ciertas modificaciones. Por ejemplo, yo no escribo mucho y mi capacidad de disimulo es nula. Lo que sí es cierto es que no tengo nada para impresionar. Ni por fuera, ni por dentro. 
Me paso muchas noches en vela escuchando soplar el viento -o el silencio. 
También yo me perdí, pero no en un cruce de palabras sino en los silencios. La dirección puede que me la anotaran bien, pero es que  siempre me pierdo.
En mi vida no hay balas ni tampoco cañonazos, sobre todo, porque tuve la fortuna de oir muy pocos "no". 
Eso sí,  no lo tengo todo controlado. Voy quedándome  atrás porque el camino es muchas veces muy empinado. Sin embargo, aunque  ya no existan destinos que perseguir, nadie me parará.
La  culpable siempre es la mano (no el puñal). No importa que haya excusas para clavarlo. 
Lo que pudo haber sido, evidentemente, nunca es. De serlo cambiaría el tiempo y no sólo el verbal. 
¿Y quién no ha mentido alguna vez?
Sí, voy a sentirme mal cuando algo no me salga bien, pero no me va a importar. Derrapar es algo que me ha costado casi cinco décadas aprender. Chocarse con la pared ha dejado de doler. 
Y, a fin de cuentas, antes de que contemos 10, la vida habrá cogido otro camino, porque ésta se nos va como el humo de un tren, como un beso en un portal (o una vuelta en el tiovivo).
Aceptar a la desconocida que todavía llevo dentro, y mantener una buena amistad con ella, me ayuda a no dejar de querer. 
Cierto que dejé de volar, pero no estoy hundida en el barro, sólo me arropo con él durante las noches en blanco.
Ahora sé que nunca volveré.
Fito Fitipaldi (con arreglos)