miércoles, 5 de agosto de 2009

La catedral de Salisbury

Foto: La catedral de Salisbury, eMi

A un alma se le mide por la amplitud de sus deseos, del mismo modo que se juzga de antemano una catedral por la altura de sus torres.
Gustave Flaubert

De todos es sabido el gusto de los ingleses por considerar cada cosa como lo más de algo. Pues bien, este bellezón acumula varios records:

  • Es la que más rápido se construyó –tan sólo 38 años (sin contar la aguja de la torre), de ahí su homogeneidad de estilo.
  • Su claustro es el más grande de Bretaña.
  • Conserva el reloj en funcionamiento más antiguo del mundo.
  • Guarda una de las cuatro únicas copias de la Carta Magna –por supuesto, la mejor conservada.
  • Tiene la aguja más alta de toda Inglaterra -no sé si por las prisas o por el peso de toda su magnitud (6.500 toneladas), pero la aguja, imitando a la famosa torre de Pisa, está inclinada.

Foto: Interior de la catedral de Salisbury, eMi

La catedral de Salisbury es un bellezón. El problema son sus innumerables visitantes, un hormiguero en constante movimiento con su correspondiente bullicio. Cuando llegamos llovía y un coro de niños con una solista angelical ensayaba para el concierto de la tarde. Con un esfuerzo de concentración, conseguí olvidarme del equipo que preparaba las luces y montaba el sonido. Un regalo inesperado de esos que dan las iglesias británicas.

¿Os imagináis cómo sería esta misma catedral hace 700 años? ¿Qué cara se le pondría al campesino cuando descubriera una de estas gárgolas?


Foto: Gárgola de la catedral de Salisbury, eMi

¿Cómo sería cuando Constable la pintó?


Cuadro: La catedral de Salisbury vista desde el jardín del palacio arzobispal (1823), John Constable


Bueno, seamos menos ambiciosos, ¿qué tal haber estudiado el bachillerato en el antiguo palacio arzobispal, a la sombra de su torre? ¿O tener el privilegio de ser el primero en entrar cada mañana en el “gigante”? ¿O, quizás, ver las cosas desde lo alto de su aguja? (“No son diferentes, simplemente son más pequeñas”, dice la persona encargada de su mantenimiento desde hace 40 años.



La catedral de Salisbury seguirá allí cuando nosotros nos hayamos ido y por sus naves pasearán siempre los mismos aunque distintos visitantes como el agua que interminable circula por su fuente.


Foto: Fuente de la catedral de Salisbury, eMi

3 comentarios:

  1. ¡¡que maravilla de catedral, prometo ir algun día a verla, me impactó el otro día que de pasada la ví, pero ahora con mas detalle me atrae mirarla como ver las facetas de un diamante, de forma hipnótica. Gracias Emi.

    ResponderEliminar
  2. Es una joya, efectivamente, María. No te decepcionará. Te recomiendo que veas el video muchas veces.

    ResponderEliminar

Cuéntame, te escucho atentamente.