domingo, 2 de agosto de 2009

Placeres pequeños

Foto: Playa de piedras, Cest



"Los placeres son como los alimentos: los más sencillos son los que nos empachan menos."

Sanial-Dubay

Placeres simples como comer en agradable compañía o beber un buen vino; tomar un baño con sales o recibir un masaje; pasear por un bosque cerrado o perderse en una gran ciudad; sentarse en un balancín a leer una novela que nos ha pillado o relajarse en el sofá a ver una historia apasionante; disfrutar la belleza de un cuadro o admirarse con la técnica de una impresionante fotografía; escuchar una suave melodía o el silencio roto por el piar de los pájaros.

Son tantos los placeres `posibles que nombrarlos todos sería como pretender ponerle nombre a las piedras de la playa de Southsea. Los placeres son innumerables
e inmensos, los que son escasos y pequeños son nuestros bolsillos y nuestras manos para recogerlos.

8 comentarios:

  1. Uno de los pequeños placeres, más grandes que disfruto y me permito aconsejar, es el de ver como despierta una ciudad,o una playa desde desde el silencio el amanecer. Su orden riguroso, primero los pájaros, después los corredores de fondo, a los que siguen los operarios que ponen en orden las cosas para el nuevo día..."Los placeres son innumerables e inmensos, los que son escasos y pequeños son nuestros bolsillos y nuestras manos para recogerlos."
    Sobre todo, si nos empeñamos en caminar con las manos en los bolsillos.

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  2. Ese debe ser un gran placer porque exige un gran esfuerzo. Llevo muchos años despertándome por obligación antes del amanecer y hacerlo por devoción es algo que todavía no practico. Sin embargo, reconozco que, cuando he podido disfrutar de esas horas con tranquilidad, he disfrutado mucho.

    Creo que voy a plantearme ir una mañana -cámara en ristre- de turismo tempranero, a ver que tal.

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  3. en mi caja de placeres se encuentra muy escondido pero perfecto: NO HACER NADA , no es fácil pero es muy placentero. Creo yo...

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  4. Hola,
    Soy José, el de Industria del Alma. Encontré tu blog buscando un texto de Millás (El Pelo de Buda) que había aparecido en EPS. No encontraba la revista y al buscarlo en Internet di con tu blog, donde lo habías rescatado. Me gustó el tono de "Aquí estoy yo". Me parece muy tranquilizante y reflexivo. Me gusta contemplar cómo disfrutas la vida y sus pequeños placeres. A diferencia de la experiencia que nos comparte Millás, percibo en tu blog justamente lo contrario: evitas que el teléfono interrumpa tus intenciones de escaparte (y no es necesario viajara a constatar reliquias budistas). Por eso lo compartí en mi blog (en el que ocasionalmente escribo sobre temas que no sean del Medio Oriente). En fin, gracias por tus comentarios. Nos "vemos" en la red. José, un lector de México.

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  5. María, yo también lo creo, vamos estoy convencida, pero es imprescindible no estar agobiada por nada para poder disfrutarlo. Adoro agosto.

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  6. Muchas gracias, José. Ya he salido de mi sorpresa inicial. Sí, nos veremos por la red.

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  7. Para mi, los pequeños placeres se han multiplicado desde que sucumbí a la pasión fotográfica. Entiendo y comparto los tuyos pero me siento muy cerca del descrito por Arturo: una, a esas horas, se siente dueña de todo: del silencio, del ruido del pico de las cigüeñas, de la luz incipiente, de las calles vacías, de los sueños ajenos, del trotar de mi perro, de las miradas y las sonrisas y algún que otro "buenos días" con personas que nunca más volverás a ver: la complicidad del momento nos une. Es algo fantástico, lo recomiendo.
    Bien por los pequeños placeres! que sean muchos y frecuentes :-).
    Besos!

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  8. mmmm.... Cristina, suena fantástico. Reconozco la sensación. Alguna mañana he tenido que acercarme al centro de Madrid por motivos de trabajo. mmmm...El olor a café y pan recién hechos de algunos locales. Sí, definitivamente lo probaré esta misma semana.

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