sábado, 26 de septiembre de 2009

Ya no siento






Nunca hubo bellas cartas de amor

Nunca hubo bellas cartas de amor,
ni ramitos de violetas,
ni rosas blancas,
ni regalos sorpresa,
ni poemas de su puño y letra
expresando su pasión.

Tan sólo hubo
noches en cama ancha,
años de ternura y besos,
entrelazados en desamor.

Y ahora, llegado el momento
de decirse adiós,
ella se queda sin despedida,
con su soledad dormida,
las viejas canciones
que llenaron sus otras vidas
y unas cuantas conchas en un cajón.

eMi

6 comentarios:

  1. Es triste. No me gustan las despedidas, menos si son eternas.

    Feliz otoño!

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  2. Sí, hay personas expertas en entrar en tu vida sin saludar y en irse sin decir adiós.
    Son esas cosas que nos hacen creer en volver a los ritos.
    Pero al menos siempre nos queda celebrar a solas
    -las nuevas entradas, las despedidas...

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  3. Ciertamente, es triste, Pelusa.

    ¡Feliz otoño! Aunque el tiempo no acompañe -al menos por aquí, esto no parece otoño.

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  4. Celebrar a solas, me encanta la idea, entradas y ...despedidas. ¿Por qué no?

    Cuánto me gusta verte por aquí, Marié.

    Un beso.

    PD. ¿Recibiste mi sms?

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  5. No sms.

    Yo también me siento bien aquí, escuchando tu selección musical, leyendo tus textos y...
    intentando adivinar cómo van las cosas por tu vida.

    Protegiendo la alegría (y los afectos que protegen la alegría) en tiempos de tormentas.

    Un abrazo.

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  6. ¿Tampoco email?

    Buena cosa esa de proteger la alegría y los afectos. En ello estamos. ;-).

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Cuéntame, te escucho atentamente.