sábado, 10 de noviembre de 2012

Limón del olvido

Foto: Te de nube con limón de sol i luna

Después de todo de Rodolfo Serrano

Después de todo, ya no te echo de menos.
Porque eso es lo que pasa cuando el alma
se acostumbra
a la ausencia de un cuerpo.
Y sólo queda
esa melancolía de los viejos amantes,
cuando apenas consiguen
recordar cómo era
la caricia gloriosa, el temblor delicado
de un vientre, una palabra,
el gusto a la saliva
y esa muerte pequeña de cada madrugada.

Estoy hecho a tu ausencia. Lo mismo que si fuera
la tarea diaria para ganar el beso.
Igual que si estuviera
esperando unos labios sin parada.
Como si entrara en bares
donde sirven
el calor de tu piel con un chorrito
del limón del olvido.
Sabiendo que ya nada ha de juntarnos
el nombre y apellido de tu carne
con el hueso sin letras de mi cuerpo.

Ya no te echo de menos.
Sólo siento
de corazón en cuando
una suave nostalgia,
el miedo a que no seas.
Y entonces te recreo. ¿Cómo era,
tu blusa y tu sonrisa?
Si acaso, sueño mío, en este instante
añoro a una mujer
que no sé si existió. Y que no importa.

7 comentarios:

  1. I know you understand me... where were you when I was twenty?

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  2. Hahaha... exactly where I am now. Unfortunately, I've never moved... all my life living here, I will always regret it.

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  3. Se puede? me da un poco de cosa interrumpir este diálogo, pero no puedo evitar hacer constar lo preciosa que es esta entrada, solo era eso.

    Perdonad, ya me voy. By By

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    1. ¿Desde cuándo, mon amour, tienes tú que llamar para entrar? Bienvenida seas, para lo que quieras.

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  4. Qué linda eres, Uma. :-)

    Tú también, Emi.

    (OK, Dash, you too...)

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Cuéntame, te escucho atentamente.