viernes, 5 de febrero de 2010

Matisse y la calma


Cuadro: My Room at the Beau-Rivage, Hernry Matisse (1918). Philadelphia Museum of Art



Siempre hay flores para aquellos que quieren verlas

Henri Matisse


Hoy necesitaba un Matisse. Lo he notado al volver a casa. El día no ha sido lo que se dice malo sino, más bien, absolutamente insustancial. En cuanto he dispuesto de un rato, he buscado uno de sus sillones, le he dado la vuelta y me he sentado de cara al mar.

Matisse suele compensarme de la banalidad. La forma en que se deshace de lo superfluo me aporta estabilidad. Solo se queda con lo esencial; por ejemplo, una ventana abierta y, en la cama, una maleta, lista para vaciar. También es perfecto para descansar. El blanco como soporte, cubierto de colores puros, alegremente combinados, son su receta infalible para lograr una serena relajación.


6 comentarios:

  1. Muy buena elección, para olvidarse de un día insustancial, nada como un Henry Matisse. Me gustó recordar las obras de este magnífico artista.
    Gracias por traernos arte.

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  2. Sabes, Emi? A mí la habitación de Matisse (y tu descripción, excepto por los colores) me recuerda a las habitaciones ("celdas") del convento de las monjas dominicas donde solemos hacer los retiros de meditación en Barna.
    Increíblemente perfectas.
    Está todo lo que puedes necesitar, incluida una enorme ventana que cubre toda la pared cara a un paisaje amplio (el pueblo antiguo a lo lejos en torno al monasterio de Sant Cugat, el ensanche que se urbaniza sin llegar a robar la montaña del Tibidabo).
    Todo lo que necesitas (una cama, una mesa y su silla, un baño y un armario, y en el pasillo otro armario con los utensilios de limpieza).
    Nada accesorio, nada que no sea esencial y te distraiga de lo esencial.

    Sin mar pero con montaña. Perfecta como cualquier habitación de Matisse.

    A años luz del mejor hotel de cinco estrellas que haya podido conocer- y he conocido algunos.

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  3. Hoy vuelvo a tí, a tu querido blog, rompiendo una época liada y tonta que me alejaba de la paz de ver tus maravillosas recomendaciones y me das lo que realmente necesito en estos momentos...CUN CUADRO Y EL SONIDO DEL MUNDO. Gracias por saber darme lo que necesito cuando vuelvo a este refrescante lugar.

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  4. Perdonad mi demora en contestar. La semana ha estado llena de tareas.
    Me alegra mucho que te haya gustado, Mercedes.

    Marié, es que, en realidad, necesitamos bien poca cosa. Lo importante es como lo aliñamos.

    Gracias a ti por ser tan agradecida, María.

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  5. necesitamos bien poca cosa. Lo importante es como lo aliñamos.

    Muy bueno.
    Más claro, ni el agua.

    (Se te echaba de menos...)

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