sábado, 28 de junio de 2008

Abanicos

Foto: Abanico autógrafo. Madera de nogal, raso. Museo Romántico



Mi abanico

El aire de mi abanico
no sale frío.

Se abre, se cierra,
suena.
Pero, de mi abanico,
el aire...
no sale frío.





Cuando visito un lugar siempre pienso en la suerte que tuvieron aquellos viajeros del siglo XIX que vieron lo mismo que yo cuando casi nadie lo había visto.

Ese es el caso de Theóphile Gautier, que viajó por España, entre otros muchos lugares, en 1840. De ese viajé surgieron varios poemas y un libro de viajes, Voyage en Espagne, publicado en 1845.

"... el abanico corrige algo esta pretensión de parisinismo y una mujer sin abanico es algo que no he visto aún en este bendito país... el manejo del abanico es un arte completamente desconocido en Francia. Las españolas lo realizan a la perfección: el abanico se abre, se cierra o se revuelve entre sus dedos con tal viveza y tan ligeramente que un prestidigitador no lo podía hacer mejor".

Gautier probablemente desconocía que, tiempo atrás, los abanicos se utilizaban no sólo para aliviar los calores, sino también como medio de comunicación (el que quiera conocer ese lenguaje, que pinche en el abanico, y, quien esté interesado en saber cómo se utilizaría hoy si no existiera el móvil, que lea el primer comentario).



El abanico de Lady Windermere, Oscar Wilde.
La versíón inglesa Lady Windermere’s fan

viernes, 27 de junio de 2008

Judy Garland



1969. Hace cerca de 40 años. Primer día de verano. El 22 de junio. Una sobredosis de barbitúricos daba “accidentalmente” fin a la vida de Judy Garland. Acababa de cumplir 47 años.

No era su belleza sino el vibrato natural de su voz lo que transmitía una emoción que las otras actrices de su tiempo no eran capaces de transmitir.

Unos días después de su muerte, bien entrada la noche, el 27 de junio de 1969, una canción suya sonaba cuando la policía entró en el Stonewall Inn de la calle Christopher de Nueva York -en el Greenwich Village. Acostumbrados a sufrir la homofobia y el acoso por parte de la policía, los gays y lesbianas se plantaron, por primera vez en su historia, negándose a aceptar ser arrestados arbritaria y abusivamente. Durante tres días se enfrentaron con dureza al acoso policial y a la discriminación.

Desde entonces los homosexuales, bisexuales y transexuales de todo el mundo celebran, el 28 de junio, el día del Orgullo Gay.

Judy Garland se convirtió involuntariamente en un icono para el mundo gay porque su lucha personal era vista como un reflejo de la lucha mantenida por los homosexuales, humillados públicamente o, cuando menos, rechazados socialmente. Su canción “Over the Rainbow” describe un lugar "más allá del arco iris" donde los problemas desaparecen y los sueños se convierten en realidad. Esa canción es el origen del arco iris como símbolo de la lucha de liberación gay.

De nuevo la historia nos ayuda a no olvidar los acontecimientos que, definitivamente, contribuyen a cambiar el mundo.




Fragmento de la película Stonewall dirigida por Nigel Finch

jueves, 26 de junio de 2008

Tumbas



"Mi poesía está marcada por la temporalización y, por tanto, por la conciencia de la muerte, pero yo amo la vida, y este amor a la vida lleva consigo unas exigencias; la vida que yo amo, la vida que yo necesito es una vida más justa y más bella"
Antonio Gamoneda
¿Por qué visitamos la tumba de alguien a quien no hemos conocido en absoluto? Porque aún nos dice algo, algo que sigue resonando en nuestros oídos, que hemos retenido e incluso no hemos olvidado, que nos sabemos de memoria y de vez en cuando repetimos, en voz baja o en voz alta. Con alguien cuyas palabras siguen estando presentes para nosotros mantenemos una relación, del tipo que sea. Por esa razón, no es imprescindible visitar su tumba.
Cuando se trata de tumbas, todo es irracional. Llevamos flores a nadie, arrancamos los hierbajos para nadie y aquel por quien vamos no sabe que estamos allí. Sin embargo, lo hacemos. En algún rincón secreto de nuestro corazón albergamos la idea de que esa persona nos ve y se da cuenta de que seguimos pensando en ella.

Fragmento de Tumbas (de poetas y pensadores), publicado en Siruela
(para leer el texto completo pincha aquí)


miércoles, 25 de junio de 2008

Y ... de repente ... el verano


Foto: Mi sillón, 2003, eMi


Descanso, Gabriel Celaya

Con ternura, con paz, con inocencia,
con una blanda tristeza o el cansancio
que viene a ser un perro fiel que acariciamos,
estoy sentado en mi sillón y soy feliz,
y soy feliz
porque no siento la necesidad de pensar algo preciso.
Con una fatiga que no es un desengaño,
con un gozo que no alienta esperanzas,
estoy en mi sillón, y estoy
en algo que quizás sólo es amor.
Sé que floto
y nada me parece sin embargo indiferente;
sé que nada me alegra ni me duele
y que sin embargo todo me enternece;
sé que eso es el amor,
o que quizá solamente es un dulce cansancio;
sé que soy feliz
porque no siento la necesidad de pensar algo preciso.

domingo, 15 de junio de 2008

La calle Oquendo

Foto: La calle Oquendo de Rolexfoto

El Hueco, Ernesto Langer Moreno

Aquí hay nada
Una calle muda
medio alumbrada por la luna
Ni fantasmas, ni ruidos, ni futuro.

La noche es un viejo barco a la deriva
por donde sólo el vacío se pasea.

Tiembla el silencio y las sombras se retuercen
en este pozo en que he caído
Y mi acongojado corazón no se acostumbra
sino que siente el rasguño de lo ausente
y de lo ido.

Un viejo demonio me persigue
Una callada espera
La misma pena y la misma lágrima podrida
en el mismo negro aire sin orillas.

Aquí no hay nadie. Sólo el destino.
Sólo una antigua sombra colgada en un ropero.
Un hueco frío.

Puertas

"Si las puertas de la percepción fueran abiertas el
hombre percibiría todas las cosas tal como son, infinitas."
William Blake



Puertas, Ernesto Langer Moreno, de "Mi Ciudad"

Se abren y cierran las puertas sin fatiga
De madera o de fierro
Pequeñas y alargadas
Hacia dentro o hacia afuera
Mecánicas y automáticas
Sin nada que decir, pero tan prácticas
Con sus cerraduras y clavijas
Adosadas a un marco
Verticales casi siempre
Separando el afuera del adentro
Las puertas del cielo o del infierno
Por donde cruzan igual
Santos y blasfemos
Señores y sirvientes
Puertas.

sábado, 14 de junio de 2008

Ya, apenas te recuerdo

Te recuerdo como eras en el último otoño, Pablo Neruda, Soneto 6 de "Veinte poemas de amor y una canción desesperada"


Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.

Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.

Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.

Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.

viernes, 13 de junio de 2008

Fantasías

Foto: Desnudo de Manuel Barca
A ti, que todavía no sabes
Fantasías

Es así el deseo y no el amor.
Las ganas cocinadas a fuego lento.
El apetito descorchado en lo más profundo del sueño,
-siempre a eso de las cinco y media.
Despertar y volver a cerrar los ojos
desenredando fantasías con los dedos

Y así,
mientras las urgencias de mi piel a punto de marchitarse
me gritan ¡Cobarde!,
sigo poniéndome excusas
para no enviarte
el mensaje que te tengo guardado
en la carpeta de los secretos sin fundamento.

No es que te ame, es
-¿para qué engañarte?-
que te reclaman mis adentros.

eMi

miércoles, 11 de junio de 2008

Solo quiero descansar


Cuadro: Millais

Descansar.
Sólo quiero descansar.
Dormir.
Agotarme de reir.

Reir y bailar.


lunes, 9 de junio de 2008

Realidad o magia

René Magritte, El imperio de las luces, 1954, Museo Peggy Guggenheim. Venecia.


"Todo lo que es visible oculta
otra cosa invisible."
René Magritte




Para ver la obra de Magritte hay que mirar como mira un niño, con la inocencia del que ve algo por primera vez. Es necesario olvidar todo lo aprendido. ¿Un paisaje nocturno iluminado por una farola bajo un cielo azul? Es, cuando menos inquietante. Un hecho, tan claro para casi todo el mundo como la noche o el día, queda distorsionado y así el pintor nos obliga a cuestionarnos la realidad del mundo que percibimos. Lo fascinante de su obra es hacernos ver los objetos más comunes con esa mirada nueva. Añadamos al misterio la magia de los títulos (Esto no es una pipa -no, claro, es un cuadro).


Esto no es el ocaso


¿Qué nos aguarda
cuando no sabemos si es de noche,
cuando una hora mágica
es iluminada por el día,
cuando nuestra oscuridad
enciende una no-farola,
cuando el cielo azul está repleto de secretos
que la noche no se molesta en disimular?


¿Vendrán las luces a imponer su imperio?


Si todo nos da igual
nada es lo mismo.








sábado, 7 de junio de 2008

Naufragios

T. Géricault, La balsa de la Medusa, 1818-1819, Museo del Louvre, Paris

Corre el mes de junio de 1816. Napoleón ha sido definitivamente derrotado y en Francia vuelve a reinar un monarca absoluto, Luís XVIII. Cuatro fragatas parten para tomar posesión de una colonia africana en Senegal. Tras una tempestad, la fragata Medusa naufraga a menos de 200 kilómetros de la costa. El gobernador, su familia y el resto de pasajeros “importantes” suben a los 6 botes salvavidas. El resto, 149 marineros, soldados y personal de servicio, suben a una balsa de 20x7 para ser remolcados por los botes. Pronto se hace evidente que la balsa lastra su marcha. El capitán decide cortar las cuerdas que amarran la balsa y la abandona a su suerte. Durante 13 días el hambre y la sed, las insolaciones y la desesperación conducen a los hombres a la locura y al canibalismo, al suicidio y al asesinato. El día 17 de julio los supervivientes avistan el Argus -otra de las fragatas de la flotilla. Son vistos, pero el Argus no se detiene (este es el momento que recoge el cuadro de Géricault). Finalmente, esa misma tarde y ese mismo navío rescata la balsa de la Medusa. A bordo sólo quedan 15 hombres, cinco de los cuales fallecen a los pocos días. De los 10 supervivientes, uno de ellos es capaz de contar lo sucedido, sin embargo, la censura impide que la historia llegue a la prensa. Géricault lo pinta y logra que los espectadores de todos los tiempos nos escandalicemos. Las mismas injusticias se repiten y repetirán hasta la enésima.

El arte nos ayuda a reflexionar sobre la Historia de la que somos protagonistas absolutos los hombres y las mujeres anónimos.


Cecilia Bartoli canta Agitata da due venti, de Griselda, Vivaldi

jueves, 5 de junio de 2008

¿Se pueden oir los colores?

R O J O


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A Z U L


V E R D E



R O S A


Fotos: Julius, Rolex, Giomede, Kiko, Dorvisou, A. Zamora, y otros

martes, 3 de junio de 2008

If you listen


How your soul might slip away, by Mariacristina

You can hear colors hissing if you listen,
a whirlpool of turquoise, just listen.

Poppies and daisies rustle in the pasture–
on a mountaintop you hover, and listen.

Through half-lidded eyes you scan distant pines
for hawks or crows, listening

for squawks. You spy
their dark forms gliding on currents, listen–

wing flaps, muffled flutters. You spiral out
from whispering branches, and listen

to far away swishing of tall grass,
and you drift on clouds, listening

for a last goodbye. Your lover stands
in the center of a field. Remember how you listened

the whishing of his breath, your ear on his chest?
When he softly lows, you listen,

and hear a calf,
who tilts a tufted ear as if to listen

to your feathers riffling in the wind.
It’s a young bull, still, hushed, listening

to shadows whistling among the pines.




This poem is a variation on a ghazal for readwritepoem, thematically based on the painting entitled Calf by Rick Mobbs, author of Mine Enemy Grows Older