Fotos: Cristina Catarecha, Cristina MR, Rolex, Little Sunrise y Arturo Carrasco
Entre tú y yo
no hay un mundo,
ni puntos ni rayas,
ni siquiera muros.
Entre tú y yo,
tan sólo el aire.
Brisas que el ayer se lleva
dejando escalofríos.
Vientos que van y vienen,
como las tormentas del estío.
Entre tú y yo, mi vida,
hay olor a ropa tendida
y a puchero.
Olores que a fuego lento
despiertan tu hambre y el mío.
Cuerdas prendidas del cielo
donde colgar nuestros besos.
Entre tu yo y mi yo,
ausentes conchas marinas,
empeñadas en seguir jugando,
se esconden por los recodos
para habitar el misterio.
Entre tú y yo, amor mío,
Ya no hay cadenas.
Sólo el vigor,
la fuerza que nos confiere el tiempo.
¡Ojú!
ResponderEliminarAsí da gusto entrar en tu “blos”.
Que cosa tan bonita… te tendrían que dar más premios.
Me alegro de compartir verso a verso contigo.
Pues el anónimo esta cargado de razon-es para decir esto seguramente, ;-)
ResponderEliminarY yo lo corroboro, es un poema cercano y alto, y limpio como el aire, alto también como el cielo de los patios de luces en los que resuenan ecos de mediodía,
y de los que llega ese olorcillo a puchero, mmmm
y la sal de costa en los labios, los mismos labios de los besos y esos labios que se beben los vientos...
Precioso poema Emi, me invento un premio que es intransferible, sólo para ti:
Yo te doy el premio "MIO" que son las iniciales de Medio Interno óptimo:
(las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos, incluyendo expresiones faciales, músculos, voz, actividad del SNA y sistema endocrino, a fin de establecer un medio interno óptimo para el comportamiento más efectivo. ) Yo añadíría que además ahora también tienen algo que ver en las relación entre los individuos que no nos vemos, pero que sí nos leemos.
Pues ese premio es para tí, por ser como eres y para agradecer a quien corresponda que te pusiera en mi camino.
Un beso,
ana
Julius,
ResponderEliminarGracias por compartir todo lo compartible conmigo.
Ana,
ResponderEliminarGracias por tus cálidas palabras, que me servirán de aliciente para volver a intentarlo (escribir una poesía) alguna otra vez.
Gracias también por el premio que me concedes (y encima en exclusiva!). Aunque, no tengo certeza de lo que premia, ¬¬, de lo que sí estoy segura es que, viniendo de tí, es algo bueno.
Gracias, por último, por tus comentarios. Son tan fantásticos como tus posts.
Un besazo.
Tener un comportamiento "afectivo", creo que es una buena razón para premiar a alguien. Afecto, cercanía (en la obvia distancia), amabilidad y cosas que traspasan y a las que no sabría poner nombre. Pero tampoco hay por qué poner nombre a todo, no?
ResponderEliminarEse es el contenido del premio que se me antoja.
Es uno hecho a medida para tí.
Beso,
ana
Pues no sabes cuánto lo agradezco, especialmente, porque, de un tiempo a esta parte, mi único objetivo en la vida es ser amorosa y dar todo el afecto que pueda a mi alrededor. Creo que, en esta vida (y, por desgracia para mi, no creo en otra), es lo único que realmente cuenta. Mi objetivo es morirme con la tranquilidad de haber dado todo el amor del que soy capaz. Esa capacidad la tengo que ir ensanchando porque todavía es muy limitada. Pero, un día llegará en que no me cabrá en el cuerpo (o eso espero).
ResponderEliminarMuchas, muchas gracias Ana por concederme ese premio y por hacerme tan fácil el entrenamiento.
Leer y sentir...
ResponderEliminarLamento la tardanza en agradecerte esas líneas que llenan el alma de frescura y calidez. Me guardo tus versos como esos abrazos anónimos que llegan en el momento justo, como ese cruce de vías que parecen nada pero que cambian muchas cosas.
ResponderEliminarNo deberías tardar en hacernos más regalos así, ahora ya los espero :-).
Un beso.
Pd. Mis felicitaciones a los otros fotógrafos, sus miradas me aportan riqueza y frescura.
Hermosas palabras.Si después de leerlas, Julius no te sorprende con el ramo de flores más espectacular que hayas soñado...se merece un capón.
ResponderEliminarGracias Cristina. Me ilusiona pensar que alguien que maneja las palabras con tanta finura como tú se guarda mis versos.
ResponderEliminarNo deberías pedir disculpas. Soy yo la que siempre tardo, mal que me pase, en contestaros a todos y pasearme por vuestros rincones.
Arturo, se lo tendré que sugerir, me temo. Pero, luego, inesperadamente, de vez en cuando, me trae uno, no espectacular, sino de esos que yo aprecio. Flores que casi parecen recogidas con la mano, como procedentes de un prado, y que, sin embargo, duran mucho.
ResponderEliminar...palabras que se hilvanan con el alma...
ResponderEliminarDebe de ser una gran persona...,
Besos Emi
No sólo es una gran persona, sino que además, crece y, lo que es más fascinante, crece conmigo. Un proceso de maduración lento, como letamente madura el vino en la barrica. Otra madre y otra barrica y el producto a embotellar sería distinto.
ResponderEliminarUn abrazo, Isago.