Cuadro: Sun in an Empty Room by Edward Hopper, 1963
The room feels inhabited by "nothing that is not there and the nothing that is."
Wallace Stevens
Es la última gran obra de Hopper. Cuando la pintó tenía 81 años. Ese flujo de luz sobre el suelo arrastra una carga emocional llena de optimismo. No es una habitación desangelada, es un espacio preparado para ser decorado, para ser habitado.
Foto: Encuadre 72, Julián Muriel
No es por ponerme trágica, pero sé que, un buen día, puede pasar. Hoy todavía soy capaz de decir a qué día estamos. Es martes, mañana acabará este año. Con su crisis y todo, no quiero despedirme de él. Llegar al 2009 es como deshacerme de un mueble más. Al final, la habitación se vaciará y, con suerte, sólo le quedará un buen rayo de sol. Espero que sea lo suficientemente intenso. Espero que su luz me permita encontrar la puerta que da al camino final ...y yo atine a salir por ella sin molestar.
No es por ponerme trágica (sonrío por dentro). Es que mi hija me preguntó "¿Qué día es hoy?" Y yo no lo dudé.