Así te quiero, amor,
como un reposo.
Ajeno a cansancios
y enojos.
Inmarcesible.
Políglota de encuentros.
Firmante de un pacto soterrado
que impida tu desdicha y mi quebranto.
Que base sus estatutos
en la autenticidad
de nuestro gozo.
Sin preguntas ni secretos.
Un pozo de caricias,
leves y sentidas,
llenas de tibios besos
que sellen los silencios
y nos hagan olvidar
las otras vidas.
Así,
sin más,
así es, amor, como te quiero.
eMi
Y así deberíamos querer todos, pero desgraciadamente este mundo en el que el tiempo es oro no nos deja querernos.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡El tiempo, Mercedes, siempre el dichoso tiempo! Pero no todo es responsabilidad del tiempo ¿no?
ResponderEliminarPrecioso Emi, y lleno de sentido y lleno de amor del bueno.Precioso.
ResponderEliminarUn poema prístino que viene del corazón. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias, María. Es sólo el boceto (del amor del bueno).
ResponderEliminarYa sé que eres un lector agradecido y por eso te doy doblemente las gracias, Jaume.
ResponderEliminarTodo un poema. Excelente radiografía de un alma celeste tan difícil de encontrar que a veces llegamos a pensar que no puede existir. Un saludo.
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