viernes, 31 de agosto de 2012

Once in a blue moon


Foto: La luna vista desde la NASA

Disfrutar de  una luna azul es un fenómeno que tiene lugar unas 40 veces en un siglo, es decir, "once in a blue moon" -muy de tarde en tarde- y este mes disfrutamos de una de ellas.

El concepto de "luna azul", aunque discutible, significa que en un mes se producen dos plenilunios. Este agosto  tuvimos el  primero el día 1. Hoy gozaremos del  segundo. Quizás la luna no se vea azul (o sí, si las condiciones atmosféricas lo propician), pero, en todo caso, por fuerza será auspicioso. De hecho, en muchas culturas se practican rituales mágicos para favorecer la toma de decisiones, ya que se considera éste un momento excelente para plantearse nuevos propósitos  (como acabar con situaciones que no tienen futuro) y así cambiar el rumbo de nuestras vidas.

El simple hecho de poder conectarse con millones de personas mirando a la luna en todo su esplendor,  es digno de ser vivido plenamente... a ser posible, desde un lugar mágico, elevado y oscuro. Si además estamos en buena compañía,  puede que quedemos hechizados y nos sintamos volar hacia ella.

10 comentarios:

  1. Hola M. Emilia, me ha parecido muy interesante y animoso tu escrito.
    Si no te importa, en adelante te sigo. Me gusta mucho cómo escribes.
    Besos. Rosa.

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    1. Gracias, Rosa. ¿Cómo habría de importarme? Exactamente lo opuesto. Es un honor. Bienvenida a tu casa.

      eMi

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  2. Estoy de acuerdo con Rosa, ...me gusta como escribes...como me cuentas...como me haces pensar que esta noche será mágica y extraordinaria...Gracias.

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  3. I am interested in hearing what rituals you will be performing... under the moon...

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    1. And I'm looking forward to telling you... one day... who knows?!

      eMi

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  4. Por un momentito he puesto los pies en "tu luna azul" y esto es difícil para mí, ya sabes que yo soy excesivamente terrenal.

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  5. No tanto, no presumas, que un corazón como el tuyo no es de este mundo.

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  6. Un amigo mío tiene uno de esos lugares mágicos, altos y oscuros. Se trata de una pequeña pradera que hay delante de su casa; una que está a mitad de camino, en el sentido vertical, entre el valle del Alberche y las cumbres de Gredos. He estado tumbado en esa pradera alguna noche mirando las estrellas.

    Y fue en esos momentos cuando quise ser astronauta, a pesar de no estar ya en una edad ortodoxa para no ser mayor todavía.

    Precioso blog, eMi.

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