sábado, 15 de enero de 2011

La muerte vendrá


Foto: La muerte vendrá, eMi

"Cuando sientes que la mano de la muerte se posa sobre el hombro, la vida se ve iluminada de otra manera y descubres en ti misma cosas maravillosas que apenas sospechabas"

Isabel Allende

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos de Cesare Pavese

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
-esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo-. Tus ojos
serán una vana palabra,
un grito acallado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola sobre ti misma te inclinas
en el espejo. Oh querida esperanza,
también ese día sabremos nosotros
que eres la vida y eres la nada.
Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como abandonar un vicio,
como contemplar en el espejo
el resurgir de un rostro muerto,
como escuchar unos labios cerrados.
Mudos, descenderemos en el remolino.


Versión de Carles José i Solsora
Un día, también yo seré un espectro. Quedaré completamente olvidada y si alguien ve una foto mía (¿quién sabe?, un bisnieto o un tataranieto), será incapaz de ponerle nombre o ubicarme en la familia. Más tarde o más temprano, no quedarán de mí ni las cenizas.

16 comentarios:

  1. Emi, amiga, sí, la muerte es el final de nuestra actual vida. Es curioso...somos mortales. En base a esta ideas se pueden escribir las ideas más sublimes y también las más desabridas. Es un hecho tan natural como realmente siniestro desde el punto de vista físico. ¡Pensar que el calamar de los campeonatos de futbol murió de muerte natural y no frito! Bueno, esperemos su encuentro, a ver cómo es y, si alguien vuelve, que nos lo cuente. Mientras tanto, podemos seguir escribiendo poemas, participar en tertulias y debates e incluso teniendo pesadillas. Un fuerte abrazo.

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  2. Sabemos tan poco (al menos yo) de la vida.
    Y menos aún de la muerte.
    Sólo de nuestras experiencias.
    Y ni siquiera sabemos de qué dependen.
    (Yo, por ejemplo, en este momento no sé por qué se ha parado la panificadora y la masa "no hace bola" y si es el momento de ponerle más harina o no... Y eso que es el enésimo pan que hago y hasta ahora todos me habían salido bien).

    Como me decía Lama Lobsang, "hay que aprender a vivir en la incertidumbre".

    Qué otra nos queda...

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  3. Claro, Fernando, no hay que agobiarse (ni que impacientarse). Llegar, llegará y mientras tanto a seguir aprendiendo, amando y disfrutando.

    Un abrazo.

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  4. Pues, anda, que si no sabes tú...t En realidad, basta con seguir aprendiendo. Eso ya es trabajo suficiente, ¿no?

    (Oye, ahora que lo dices, yo estaba con las ganas de comprarme una panificadora. ¿Me lo recomiendas?)

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  5. (Sin duda.
    Yo suelo llevar una botella de vino que me guste cuando voy a comer a casa de alguien; ahora llevo el vino y mi pan casero.
    Cada día diferente.
    Una gozada de experimentar.
    En el retiro, entre sesión y sesión, cada día hacía uno,
    como una ofrenda.
    Ya te contaré.

    Cómpratela e intercambiamos ideas).

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  6. La muerte forma parte de la vida, asique a esperarla tranquilamente que llegar, llegará.

    La foto que has puesto me ha impresionado, no quiero imaginarte así, fijate tú.

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  7. Puede que parezca la tuya una reflexión triste, pero es de lo más acertada. Hasta el sol morirá dentro de 5.000 millones de años, y no quedará nada, salvo los actos buenos o malos que reverberaron en el firmamento, tal vez sin nombre propio. Pero estamos aquí y ahora, lo demás no está en nuestra mano.
    Un abrazo.

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  8. Esta composición (la foto) también es una meditación.

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  9. Bueno, Marié. Ya me decidí y la compré. Ha sido cara, así que espero que el consumo de electricidad no haga el pan más caro de lo debido. (Merecerá la pena, ¿verdad?).

    Mañana te cuento.

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  10. Uff, la imaginación es mejor mantenerla a raya, Uma. Al menos en estas cosas. Todavía recuerdo las panzadas a llorar que me daba de pequeña imaginando la muerte de mi hermana mayor. No quiero ni acordarme.

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  11. Has dado en la clave, Mercedes: "no está en nuestra mano". Lo único que podemos hacer es sacudirnos los miedos y disfrutar mientras podamos todo lo que podamos.

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  12. La foto es un pelín macabra, pero no me impone nada tumbarme en una tumba. Seguramente, cuando llegue la hora de la verdad me moriré de miedo. O no. No sé. Lo que es cierto, Jaume, es que al tumbarme trataba de imaginarme cómo sería la cosa . Sin éxito. Soy de esas personas que, ingenuamente, creen que la muerte no puede echarles la zarpa. Cuando he tratado de meditar en ello, nunca he logrado interiorizarlo . Es algo que sólo puedo reconocer de manera racional, no intuitiva.

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  13. "Cuando se miran de frente los vertiginosos ojos de la muerte, se dicen las verdades, las bárbaras, terribles crueldades" ((Celaya)
    Una vez miré de cerca el rostro de la muerte: pensé que era injusto (como si hubiera algo de justo en morir...), que a mis 40 años no merecía morir, que todavía me quedaba algo importante por hacer. No me asustaba tanto morir, sino no poder descubrir qué era aquello tan importante que desconocía y que dejaba sin hacer. Casi de milagro superé aquel encuentro cercano con la muerte. Y hoy en día, ahora que he descubierto que era aquello tan importante que me faltaba por conocer, me asusta aún menos la muerte. Porque ya ni la muerte podrá quitarme lo que he vivido estos últimos cuatro años.
    Un besazo, Emi, de Fer ("resucitado" en tu blog, del que nunca me olvido a pesar de todo).

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  14. Cuando se sigue palpitando, "fieramente existiendo", aunque ya no se espera nada excitante... es cuando se lo encuentra uno.

    Sí, ser un resucitado debe cambiar la mirada para siempre.

    Tu comentario me provoca diferentes emociones. Tristeza de un recuerdo, emoción de una vivencia y entusiasmo por la vida.

    (¡Qué alegria este reencuentro! -porque vernos por aquí es distinto, ¿verdad, Fer?)

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  15. Bien lo sabes, Emi. A través de internet la comunicación que se establece es distinta; incluso aunque hablemos casi a diario en el trabajo, nunca lo podemos hacer con la tranquilidad y el ambiente que consigues transmitir en tu maravilloso blog.
    También te aseguro que eso que dices de las sensaciones múltiples que te ha provocado mi texto me parece un argumento más a favor de la magia que se crea cuando se habla en un espacio tan especial como éste, en el que apetece volcar los sentimientos que de otro modo quedarían enterrados en el alma.
    Lamento mis múltiples infidelidades, también en mi relación con tu blog. Pero ser infiel, aunque parezca una paradoja, a veces significa amar con mayor intensidad. Porque si se ama de verdad, incluso en la ausencia ese amor sigue creciendo.
    Fer.

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  16. Certeras palabras de Isabel Allende.
    Y el poema de Pavese ... cada vez que lo leo me conmueve ... como si lo descubriese por primera vez.
    La muerte forma parte de la vida.
    Desconcierta un pocos ese silencio definitivo y esa ausencia que envuelve a los seres amados que ya no están.
    Es difícil imaginar la propia muerte.
    Dicen que los muertos viven en la " memoria de los vivos".
    Por éso hay que apresar los buenos momentos que nos presenta la vida y disfrutarlos.Hacer de cada instante una vivencia rica y amena para uno y para los demás.
    Pasar por la vida sin lastimar a nadie y compartiendo los momentos de plenitud y felicidad.Aunque sean fugaces.
    Reflexivo post!Me hizo pensar.
    Besos, Emi!

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Cuéntame, te escucho atentamente.