Pero no.
Ya no te envidio.
Tienes cosas que yo no tengo.
Y cosas que no quiero tener.
Tienes cambios de humor, amantes y tiempo.
Unas piernas fibrosas
que acaban en una preciosa redondez.
Pero eres pomada que no quiere ser usada.
Un extraterrestre cotidiano e indiferente.
Yo, un saco de incongruencias
que siempre tiene fríos los pies.
No.
Ya no te envidio.Alguna cosa buena tenía yo que tener.
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