Foto: Home de Fox Photography VE
Sí, ése era el gesto.
Era justamente eso:
Tu manera de cerrar los párpados
("como a manivela"),
un segundo antes
de irme a decir algo.
Deja que susurre tu nombre, amor,
cuando lo recuerdo.
Nota: "como a manivela" procede de un verso de Alberto García-TeresaeMi
LA REINA MAB de Amalia Bautista
Tú, que no me preguntas dónde vivo,
mereces la respuesta más que nadie:
no hace falta buscarme en lo profundo
del bosque, ni a la orilla de algún lago
donde flotan cadáveres hinchados,
ni en las húmedas grutas, ni en las cumbres
donde hay flores de azúcar o de hielo.
Estaré donde quieras contemplarme
por detrás de tus párpados cerrados.
Allá donde tus ojos me den alas.
Unos dejan miguitas, pero casi nunca son suficientes, otros mas terrenales dejan piedrecitas, pero lo que a mi me gustan son tus flores.
ResponderEliminarUn beso
Gracias, María, por las que te dejas tú por aquí.
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