Foto: Ernesto Sábato de Daniel Morozinski
Noticia Preliminar
Las primeras investigaciones revelaron que el antiguo Mirador que servía de dormitorio a Alejandra fue cerrado con llave desde dentro por la propia Alejandra. Luego (aunque, lógicamente, no se pueda precisar el lapso transcurrido) mató a su padre de cuatro balazos con una pistola calibre 32. Finalmente, echó nafta y prendió fuego. Esta tragedia, que sacudió a Buenos Aires por el relieve de esa vieja familia argentina, pudo parecer al comienzo la consecuencia de un repentino ataque de locura. Pero ahora un nuevo elemento de juicio ha alterado ese primitivo esquema. Un extraño "Informe sobre ciegos", que Fernando Vidal terminó de escribir la noche misma de su muerte, fue descubierto en el departamento que, con nombre supuesto, ocupaba en Villa Devoto. Es, de acuerdo con nuestras referencias, el manuscrito de un paranoico. Pero no obstante se dice que de él es posible inferir ciertas interpretaciones que echan luz sobre el crimen y hacen ceder la hipótesis del acto de locura ante una hipótesis más tenebrosa. Si esa inferencia es correcta, también se explicaría por qué Alejandra no se suicidó con una de las dos balas que restaban en la pistola, optando por quemarse viva.
[Fragmento de una crónica policial publicada el 28 de junio de 1955 por La Razón de Buenos Aires.]
Así comienza la historia de Martín y Alejandra.
Descubrí su obra hace poco.
ResponderEliminarY me cautivó.
Besos.
Otra historia de profundidades y de infiernos internos, una perfecta ilustración mientras escucho "La vida es sueño" de Beny Moré y Pedro Vargas.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=S9lRLZu8yg8
Cómo me pueden gustar tanto los boleros?
PD: Acabo de oír tu mensaje. Lo tenemos duro para contactar tú y yo.
Espero que todo siga más o menos bien por ahí.
Un beso.
Me alegra oír eso, Toro. Pensé que ya no se leía.
ResponderEliminarDebe ser tu karma, Marié, jajaja. Y el mío.
ResponderEliminarEsta mañana tenía el teléfono en la mano, pero era demasiado pronto. No me atreví. Parece mentira lo difícil que puede llegar a ser comunicarse en la era de la comunicación.
Ese bolero es todo un tratado filosófico. No entiendo por qué luego van otros a decir lo mismo con mucha menos claridad (¡Maldito Wittgenstein!- lo digo por nuestras pobres hijas)
Por cierto,Marié, ¡qué alegría verte por aquí! Alguna parroquiana ya me preguntaba por tu ausencia.
ResponderEliminarMi ordenador está lento y raro desde hace algún tiempo y tu blog se me bloquea aquí a menudo -demasiado sofisticado para este trasto mío, que se queda sin fuerza.
ResponderEliminarPero te sigo la pista (al vuelo) desde otros sitios.
Qué buenos recuerdos me trae esa foto de aquella entrada que pusiste tras mi petición musical.
Curioso, porque antes no la he visto (¿no estaba?) y sin embargo he estado a punto de pedirte si puedes abrir de vez en cuando tu antigua sección de discos dedicados.
Lo decía por la canción, obviamente.
ResponderEliminarDe tu texto, ahora que lo veo, ni me acordaba -lo siento, autora...
Algo sofisticado sí es, pero ¿cómo haces para seguirme desde otros sitios, Marié?
ResponderEliminar¿La foto del bebé?¡Claro que estaba! desde el principio. La sección sigue abierta, lo que ocurre es que la regla dice que hay que pedir canción. ¿Tienes una canción para que yo te dedique? Pide por esa boquita. El que no pide, no mama.
Tu siguiente comentario, ya no lo entiendo, Marié. Usted me lo perdonará y seguro me lo explicará mejor.
ResponderEliminarQue cuando hablaba de los buenos recuerdos de tu entrada me refería a la canción y no me estaba regodeando el ego en el homenaje generoso que haces con tus textos a quienes te pedimos las canciones.
ResponderEliminarTu eres muy buena escribiendo y conviertes a tus personajes en lo que no son -al menos en mi caso.
Pero te lo agradezco igual
y me regocijo de tu mirada.
Que te dure mucho, hermana.
Pues sí que te pediré algo uno de estos días, sí.
Antes estaba pensando en pedirte ésa de Benny Moré, La vida es sueño.
Desde otros sitios te sigo, por ejemplo, desde el ordenador del centro, cuando me toca secretaría.
Va mucho más rápido y puedo echar un vistazo pero sin mucho tiempo para detenerme a escribir.
Hoy ha sonado la campana y tengo éste de casa un poco más liviano y rápido.
Se sentirá su ausencia .En especial para los que pasamos con frecuencia por Santos Lugares : el sitio que él eligió para vivir y para morir.Su "lugar en el mundo".
ResponderEliminarCabe también destacar la obra :"El túnel" :un planteo ( psicológico...?) sobre lo oscuro del alma, lo que el ser humano trata de descubrir como la verdad.
"Escribo paea buscar el sentimiento de la existencia"
"Cuando uno empieza a prender el oficio de vivir ya hay que morir"
- Ernesto Sábato -
Valioso post.
Me sumo a tu homenaje.
Un abrazo.
Marié, bien sabes tú que lo que escribo no tiene que ver con la calidad sino con el sentimiento y la sinceridad. Jamás escribiría un homenaje sin creer absolutamente lo que digo. Y no creo que sea una cuestión de mi mirada, sino una mirada colectiva porque, como yo te describo es como tú te presentas.
ResponderEliminarEn lo de la canción no hay problema. Te dedico el bolero y todas las que tú quieras.
Querida Carmela, te echaba de menos. Ayer te visité y disfruté de tu última entrada, sobre los músicos callejeros.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Envidio tu posibilidad de poder pasar, de manera real -no virtual como hice yo, por Santos Lugares.
Ernesto Sábato era mucho, todo lo que cuentas y más. Para mi un pilar emocional e intelectual de la adolescencia, es decir, una parte fundamental de mí misma.
Yo como tantas otras cosas en música y literatura, descubrí a Ernesto Sábato gracias a mi hermana pequeña (me ha guiado y me guia por los caminos, principalmente, de la cultura musical e intelectual). Mi hermana mediana, me guia por los caminos de la sensibilidad y la pintura, principalmente.
ResponderEliminarBueno a lo que iba, Ernesto Sábato, sobre todo me parece una persona llana del pueblo, dejó dicho la siguiente frase,
que ha publicado ayer sun hijo en El País... "Cuando me muera, quiero que me velen acá, para que la gente del barrio pueda acompañarme en este viaje final... Y quiero que me recuerden como un vecino, a veces cascarrabias, pero en el fondo un buen tipo... Es a todo lo que aspiro".
Otra frase suya que me parece maravillosa ... "La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, hay que morirse". Yo estoy con él.
Mi pequeño homenaje desde este blog a Ernesto Sábato.
Gracias, Uma, por unirte a este homenaje. Yo te debo uno. Estoy esperando que elijas tu canción.
ResponderEliminarSí que debió ser un cascarrabias y se ganó la enemistad de muchos, pero eso era porque no se sentía obligado a seguir ninguna doctrina y en ningún lugar encajaba totalmente.
Me encanta esa frase que citáis Carmela y tú. La paso a mi colección.