jueves, 19 de abril de 2012

La lección del tsunami

Foto: Tsunami Flotsam de GranWaz


Esto que queda son tan solo restos
-quizás todavía alguien los recoja,
pero eso ya no importa.

Importaba ayer, cuando yo era otra.
Ahora, por fin, me relamo el jugo
de tanto esfuerzo,
de tanta esquina rota.

Ya ni recuerdo
los matices de aquellos días
de encuentros y desencuentros.
Ni puedo evocar
mi perfume sobre tu pecho.
Ni puedo atisbar
la esperanza que acunaba la mañana.

Ya no guardo la caja de caracolas
perdidas en la playa.
O quizás la encuentre un día,
pero eso ya...
no importa.

4 comentarios:

  1. Hola, amiga, poetísima: te escribo para decirte que me gustaría mucho verte mañana a las 20H. en la reapertura del Ateneo de Torrelodones, que se celebrará con una fiesta en el teatro de la Casa de Cultura. Habrá lextura de poemas, música y una copa de vino.
    Habrá muchos amigos y yo estaré fekiz de saludarte. Un saludo cariñoso.

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  2. A mí también me habría gustado verte, Fernando, pero no te encontré. Ya lo siento.

    Un beso.

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  3. Por la alusión tan directa, por aquellas palabras que empleaste hace casi un mes, vengo a pediros perdón una vez más a ti y a todos los que te acompañan por ejemplo en este blog; también a ellas y ellos, más o menos, les habrá afectado este tsunami que fui yo.
    Vuestros sentimientos y vuestras razones, importan.

    Siento el enorme error y también no haber hecho esto antes.

    Julio

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  4. Creo que los afectados por el tsunami sienten como yo: A veces es necesario perderlo todo para darse cuenta de lo que es de verdad importante.

    Gracias por el reconocimiento.

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Cuéntame, te escucho atentamente.