Foto: Huracán Jimena de Estenotopo
No luce ni se vislumbra
Desde la ventana
-de la que una vez fuera nuestra cocina,
aún veo las hojas del lilo que,
un año más,
siguen temblando al menor sobresalto.
Sus tercas flores salen y desaparecen
y salen para volver a desaparecer
y salir…
una vez más.
Un año más, todo está igual,
Y hasta los narcisos de la puerta
llegan a la dirección correcta
con tu nombre en el remite.
Pero la luz que lo envolvió todo un día,
con sus plumas de colores,
su risa a rayas
y tu mirada -cuando aún era mía...,
no luce ni se vislumbra.
eMi
Letra: Ya no siento de Rosana Arbelo
Ya no tengo deseos de perseguirte
Ni de poner patas arriba tu escondite
Desdibujo en tus ojos mi mirada
Y lo que siento por ti se queda en nada
La magia se esfumó y todo se quebró sin más
No me quedan ganas de llorar
Recoge todo y echa andar
El mar ya se perdió
El tiempo se paró ya ves
Me dejaste abandonada sin querer
Trozos de ti veo caer
Soy un huracán destruyéndote
Trozos de ti mojándome
Que va ser de mi desterrándote
En silencio romperé trozos de ayer
En tu voz se entremezclan las mentiras
Con mil palabras de amor que están sin vida
Pido al mar que golpee contra tu alma
Y te salpique de mi cuando me vaya
La magia se esfumó y todo se quebró sin más
No me quedan ganas de llorar
Recoge todo y echa andar
El mar ya se perdió
El tiempo se paró ya ves
Me dejaste abandonada sin querer
Ya no tengo deseos de perseguirte
Ni de poner patas arriba tu escondite
Desdibujo en tus ojos mi mirada
Y lo que siento por ti se queda en nada
La magia se esfumó y todo se quebró sin más
No me quedan ganas de llorar
Recoge todo y echa andar
El mar ya se perdió
El tiempo se paró ya ves
Me dejaste abandonada sin querer
Trozos de ti veo caer
Soy un huracán destruyéndote
Trozos de ti mojándome
Que va ser de mi desterrándote
En silencio romperé trozos de ayer
En tu voz se entremezclan las mentiras
Con mil palabras de amor que están sin vida
Pido al mar que golpee contra tu alma
Y te salpique de mi cuando me vaya
La magia se esfumó y todo se quebró sin más
No me quedan ganas de llorar
Recoge todo y echa andar
El mar ya se perdió
El tiempo se paró ya ves
Me dejaste abandonada sin querer
Esas luces se apagan y ya no se encienden más.
ResponderEliminarEs así de duro.
Lo bueno, Toro, es que siempre se encenderán otras.
ResponderEliminar"πάντα ρεῖ", todo fluye.
ResponderEliminarAunque no te vea sé que tu mirada ahora tiene un brillo nuevo, aunque a veces un velo la empañe. Y te verás reflejada en otros ojos que sabrán reconocer quién eres. Y eso les bastará para amarte.
lo bueno es cuando se puede hablar y el dolor ya no agarrota la garganta...
ResponderEliminarQue precioso poema! No dejas de asombrarme.
ResponderEliminarPor cierto unas luces se apagan y otras se encienden, pero siempre hay una luz dispuesta a iluminarnos.
Gracias, Pilar, por tus ánimos. De momento, me conformo con reconocerme a mí misma. En ello estoy.
ResponderEliminarEspero que tú sigas mejorando.
Y lo difícil, Doña Ana,es aprender a que el dolor no se nos agarrote en la garganta. También en eso estamos.
ResponderEliminarUna no, varias. Y tú eres luz para mí. Gracias, Uma.
ResponderEliminarSoy una brisa que llega a todas partes.
ResponderEliminarUn gran saludo.
Muy buen poema, eMi. Tiene una tonalidad moral o emocional, no sé como decirlo, muy buena.
ResponderEliminarLo sé, se nota, Ipnauj.
ResponderEliminarSiempre tan generoso, Jaume. Gracias.
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