No volveré a ser joven, Jaime Gil de Biedma de "Poemas póstumos" 1968
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Te va quedando muy bien el blog, me alegro verte tan activa y con tan buen criterio. Sigue bien
ResponderEliminarun beso,
ana
Gracias por lo ánimos, Ana. Suplen la falta de tiempo.
ResponderEliminarEl poema de Gil de Biedma, es hermoso y demuestra que la genética juega malas pasadas. Que poca poesía tiene su sobrina Esperanza.
ResponderEliminarEn cuanto a Borges, coincido con el en que a veces perdemos un tiempo precioso en tomar precauciones y dejamos pasar muchos "buenos momentos". Conozco una persona que no le ha comprado una bicicleta a su hijo, para que no se magulle las rodillas.