jueves, 25 de junio de 2009

La silla de Gould

Foto: Gouldsilla


Cada cual tiene las suyas. El tiempo, los zapatos de tacón alto, la muerte, el futbol, la búsqueda de la perfección. Obsesiones variopintas para todos los gustos. Tener alguna manía parece normal, especialmente cuando se trata de genios. Sin embargo, Glenn Gould, no es que tuviera alguna, es que las coleccionaba. Entre las más extravagantes estaban ponerse bufandas y mitones hasta en verano, no dar la mano al saludar y tararear mientras tocaba. Pero, de todas sus manías, la más curiosa era la obcecación que sentía por tocar sentado en su silla. Sentir predilección por una silla en particular.  Tampoco sería extraño si no fuera porque la silla de Gould, arreglada por su padre, además de estar desconchada, tenía respaldo, las patas recortadas y carecía de asiento. Con ella, el piano le quedaba casi a la altura de la nariz. Eso sí, su magistral técnica y su originalidad al interpretar le convierten en uno de los más geniales intérpretes de piano de la historia y sus interpretaciónes de las Variaciones Golberg son un referente musical. De esas variaciones hizo dos grabaciones, una en 1955 y otra en 1981. Ésta última es para escucharla cada vez que uno sufre por tener una obsesión.

Glenn Gould murió en 1981, a los 50 años de edad, de una embolia cerebral. Poco después, se le diagnosticó el síndrome de Asperger







sábado, 20 de junio de 2009

Los otros

Foto: ¿De cuántos espejos estaré hecho?, Saúl Lindell



"-¿Quién eres tú? -dijo la Oruga.
No era una forma demasiado alentadora de empezar una conversación. Alicia contestó un poco intimidada:
-Apenas sé, señora, lo que soy en este momento... Sí sé quién era al levantarme esta mañana, pero creo que he cambiado varias veces desde entonces."
Alice's Adventures in Wonderland, Lewis Carroll


El Otro Yo, Mario Benedetti

Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos en la naríz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.

El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente , se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse imcómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo.

Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo que hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo nada, pero a la mañama siguiente se habia suicidado.

Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.

Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió a la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas.

Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: «Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable».

El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.

viernes, 19 de junio de 2009

Vicente Ferrer, el hombre de los milagros



"No teníamos nada, pero teníamos la poderosa motivación para lograr lo imposible"
Anne Ferrer

Siempre he admirado a este hombre, su forma discreta de hacer milagros. Su mano derecha "no sabía" lo que daba la izquierda. Su milagro consistía en hacer préstamos sin interés y enseñar a los campesinos a obtener agua. Carecía del poder mediático de la Madre Teresa, pero su labor no ha sido menos trascendente.



Blog oficial de la Fundación Vicente Ferrer

jueves, 18 de junio de 2009

A veces, lo incomprensible


Foto: A veces miramos al mismo sitio, Dieter




Retrato en redondo, de Vicente Aleixandre

1

Una sombra. Sólo una
sombra justa. Sin penumbra.

2

Un perfil. Tan sólo un crudo
perfil sobre el cielo puro.

3

Un torso. Un torso de pluma
quieto, peinado de espumas.

4

(No hay que tocarlo. Una herida,
sin saberse, quedaría.)

5

Una mano. ¿Blanca? ¿Negra?
Sus dos manos verdaderas.

6

Una frente. ¿Y los luceros?
Una frente hasta vencerlos.

7

(La noche, en comba, cerrada
sobre su negra mirada.)

8

El aire en su brazo. ¿El aire?
(Una sierpe se contrae.)

9

Gime la luz. De su boca
surte, dolida, la aurora.

10

Inagotable la vierte,
Cierra los ojos, y siente.

11

Se ha hecho ya el día. Completo
se le lanza contra el pecho.

12

Pero en el suelo, tendido,
su pie lo pisa, infinito.

martes, 16 de junio de 2009

Raimon, Al vent




Al vent (1959)

Al vent, la cara al vent,
el cor al vent, les mans al vent,
els ulls al vent, al vent del món.

I tots, tots plens de nit,
buscant la llum, buscant la pau,
buscant a Déu, al vent del món.

La vida, ens dóna penes
ja al nàixer és un gran plor.

Però nosaltres,
Al vent, la cara al vent,
el cor al vent, les mans al vent,
els ulls al vent, el vent del món.


Al viento,
la cara al viento,
el corazón al viento,

las manos al viento,
los ojos al viento,
al viento del mundo.

Y todos,
todos llenos de noche,
buscando la luz,
buscando la paz,
buscando a dios,
al viento del mundo.

La vida nos da penas,
ya al nacer es un gran llanto.

Pero nosotros

Traducción de Miquel Pujadó.



domingo, 14 de junio de 2009

Höstsonaten, Ingmar Bergman



"In a quarrel with one of my sons, I said, 'I know I`ve been a lousy father'. He said, 'A father? You haven`t been a father at all!'"

Ingmar Bergman

Hay películas que veo una y otra vez y no dejan de sorprenderme, siguen gustándome como el primer día. Otras, en cambio, me basta con verlas una vez para sentir que han dejado una huella indeleble en mí. Sonata de Otoño es una de ellas.

Aunque yo debí verla algo más tarde, se estrenó en 1978. Por esa época seguíamos sistemáticamente a los directores que hacían “cine de autor” (la mayoría de ellos de nacionalidad francesa e italiana). Tras quedar muy impresionada por El huevo de la serpiente, Bergman era uno de esos directores cuyos estrenos yo no me perdía. Liv Ullmann, su actriz talismán (con ella llegó a rodar 9 películas y tuvo una hija), está increíble en esta cinta, pero, Ingrid Bergman era, y será siempre, my actriz favorita. No es ésta una elección que se deba a un criterio de entendida -claramente no lo soy. Es simplemente una “corazonada”, es decir, es el corazón el que me pide considerarla así.

Sonata de Otoño, a pesar de que
recibió varios importantes premios, no logró ninguno de los dos Óscar para los que fue propuesta. No es, ni mucho menos, la mejor película de Bergman. Por el contrario, es una película que cualquier joven de hoy llamaría, despectivamente, lenta. Sin embargo, para mí tiene el tempo perfecto, ese que me permite reflexionar sobre lo que veo mientras lo veo. Es, además, una película que no todo el mundo soportaría. Su dramatismo, su atmósfera angustiosa e inquietante, nos toma de la mano para pasearnos, descarnadamente, por nuestra propia experiencia. Aunque personalmente no me identifique en absoluto con esa relación madre -hija, hay escenas que me hacen sentir desnuda, como si, en los diálogos, algo de mí misma se revelase.

La historia narra el reencuentro –después de varios años- de
Charlotte, una famosa concertista de piano, con sus hijas, Eva y Helena. Al llegar a la casa, Charlotte descubre que Eva y su marido, han sacado de la institución donde estaba recluida a Helena y cuidan de ella ya que está inválida a causa de una enfermedad degenerativa. En una sola noche, Eva consigue romper la ampolla que no ha dejado de crecer y crecer en su alma, desde niña.

Liv Ulman cuenta en una entrevista, las feroces discusiones que mantuvieron durante el rodaje el director y la Bergman. Ella consideraba que el guión juzgaba con dureza a la madre por haber priorizado su carrera musical frente a la atención de su familia. Le indignaba el tener que representar a una madre culpabilizada por algo que, de haber sido hombre, se habría considerado perfectamente incuestionable. En esa rebelión de la actriz hacia el director, puede que no sólo se manifestara un espíritu feminista propio de su tiempo, sino también la herida personal, provocada por la “huida” del padre de Ingrid al fallecer su madre. El relato de esas peleas se puede escuchar en el segundo vídeo. Desafortunadamente, no lo he encontrado en castellano, como tampoco está en castellano la escena de la película que, en mi opinión, concentra la mayor intensidad e interés y podéis ver en sueco con malos subtítulos en inglés.

Sonata de Otoño nos hace reflexionar sobre las relaciones madre-hija (según los psicólogos las relaciones madre-hijo son aún más funestas), el amor como coartada, amenaza y chantaje emocional y, visto en perspectiva, el papel de la mujer en la familia. Al verla esta vez, me he acordado del nombramiento de la ministra de defensa, Carme Chacón, a punto de dar a luz y su inmediata incorporación al trabajo tras el parto. ¿Cuántos padres habrán tenido hijos siendo ministros a lo largo de la democracia? No lo sé porque no se ha comentado, ni discutido.

Ingmar Berman falleció el 30 de julio de 2007. Su genialidad está a la altura de los grandes compositores y autores del siglo XX. Quiso el destino que, -como antes
Cervantes y Shakespeare- muriera el mismo día que otro genio del séptimo arte, Michelangelo Antonioni.




Biografía de Ingmar Bergman

Biografía de Ingrid Bergman
Biografía de Liv Ulmann

miércoles, 10 de junio de 2009

Orientalismo

Cuadro: El masaje, Édouard Debat-Ponsan




A Isago
"Orientalismo se llama al estudio de las sociedades del Próximo y Lejano Oriente por los occidentales. Con el término Orientalismo se conoce igualmente la imitación o la representaciones de aspectos de las culturas orientales en el Oeste por parte de escritores, diseñadores y artistas.

La pintura orientalista no es una escuela, ni un estilo. El vínculo entre las obras llamadas orientalistas se encuentra solamente en el tema abordado. Así las “odalisques” de Ingres, Delacroix o Renoir son cuadros orientalistas, pero su estilo es básicamente diferente y no pertenecen a la misma escuela."



jueves, 4 de junio de 2009

Ruedas








"Quien ama como yo, está girando en la rueda."
Carmina Burana

Ámame fielmente,
piensa que confío en ti;
con todo mi corazón,
con toda mi voluntad
estoy contigo,
aun cuando yo esté muy lejos.
Quien ama como yo,
está girando en la rueda.

Omnia Sol Temperat


Omnia sol temperat
purus et subtilis,
novo mundo reserat
facies Aprilis,
ad amorem properat
animus herilis
et iocundis imperat
deus puerilis.

Rerum tanta novitas
in solemni vere
et veris auctoritas
jubet nos gaudere;
vias prebet solitas,
et in tuo vere
fides est et probitas
tuum retinere.

Ama me fideliter,
fidem meam noto:
de corde totaliter
et ex mente tota
sum presentialiter
absens in remota,
quisquis amat taliter,
volvitur in rota.



miércoles, 3 de junio de 2009

40 Años sin Otto Dix

Cuadro: En el espejo, Otto Dix




"... Pero, hombre, ¿por qué pintas eso? Nadie quiere colgarlo. Nadie quiere verlo. Sí, qué sentido tiene en realidad todo eso. Pero tu vas y lo pintas. Las malditas putas y las malditas beldades ajadas y todas esas tristezas de la vida. Quién diablos va a disfrutar con eso. A nadie le gusta. No hay galería que quiera exhibirlo. Para qué lo pintas... Bueno, tengo que decirlo: Prefiero seguir a mi voz interior, que me lleva a alguna parte sin que me diga qué sentido tiene (...) Sí, desde luego que no lo pinto para esos. Ni para esos ni para aquéllos. Lo siento. Y es que soy un proletario de pro que digo: “¡Lo hago! Y podéis decir lo que se os antoje.” Para qué es bueno eso, ni yo mismo lo sé. Pero lo hago."


Otto Dix
Artista "degenerado", reflejó en sus cuadros de prostitutas y maleantes las contradicciones de una sociedad que buscaba desesperadamente diversión porque, una década después, todavía no había podido superar las secuelas de la, hasta entonces, más mortífera guerra de la historia. Asqueado por lo vivido en el frente, Otto Dix no vio en el arte un vehículo para embellecer la existencia, sino una vía de escape, una manera de echar demonios fuera. Tantos escupió, que acabó teniendo que enfrentarse en los tribunales -acusado de pintar obscenidades- a una burguesía que ansiaba orden, seguridad y belleza. Después, fue el primero en ser expulsado de la Academia de Bellas Artes por los nazis.

...Pero, mujer, ¿por qué te gusta? Me gusta. Podéis decir lo que se os antoje. Pero me gusta.

Murió el 25 de julio de hace 40 años.


lunes, 1 de junio de 2009

La Creación

Foto: Hipnosis, eMi



Génesis 1:1-1:5 - Pasado Sin Fecha

El Principio

Génesis 1


1. En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

2. Y la tierra estaba sin orden y vacía. Había tinieblas sobre la faz del océano, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

3. Entonces dijo Dios: "Sea la luz", y fue la luz.

4. Dios vio que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas.

5. Dios llamó a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y fue la mañana del primer Día.