domingo, 9 de agosto de 2009

Dolor

Cuadro: Dolor, Émile Friant, 1898

En Hace mucho que te quiero la protagonista, interpretada magistralmente por Kristen Scott Thomas, pasea por el museo de Bellas Artes de Nancy hasta que se detiene ante este cuadro de Friant, titulado Dolor. El dolor que expresa el cuadro es una instantánea de ese sentimiento, reflejo del dolor sin cura que padece la protagonista. No hablaré del argumento de la película porque es importante verla sin saber nada de ella. Poco a poco, todos los interrogantes se van despejando y eso es parte de su éxito, junto con la evolución emocional de Juliette.

En realidad, esta entrada no pretende analizar la película (altamente recomendable, por cierto), sino homenajear la pintura decimonónica. Definitivamente, me gusta la pintura del siglo XIX. Ayer fue Sorolla, hace una semana, Waterhouse. Cada uno, a su debido tiempo, tendrá su correspondiente post. La impresión que me han causado ambas exposiciones merece ser recogida en sendas entradas de este diario abierto. Disfrutar con la anticipación del placer de lo que voy a ver, con el momento en sí de la visita y el sabor que se queda después, son placeres que te hacen en sí mismos agradecer a la vida la inmensa suerte de haber nacido en este lado del hemisferio. Sorolla y Waterhouse son pintores que adoro, pero lo más maravilloso es descubrirlos en directo. Aunque Madrid es rico en sorollas, la exposición del Prado es histórica -no creo que se repita hasta que los hijos de mi hija tengan ocasión de apreciarla. La de Waterhouse es igualmente única e irrepetible. Nunca puedes ver un cuadro a solas, pero la magia que transmiten te permite aislarte de los olores, el calor y las voces que te rodean para centrarte en las emociones, líneas, colores y luces que emanan de los lienzos.

Volviendo a Émile Friant, hace no mucho, disfruté de otra magnífica exposición en el Museo Thyssen dedicada a las sombras. En ella, una de las pinturas que más me atrajo fue
Sombras marcadas, de este pintor francés. Llamó poderosamente mi atención su técnica fotográfica (hace posar a sus personajes, generalmente sus familiares y amigos, como si de una instantánea se tratase). Anoche tras ver la película, me decidí a buscar información sobre él y tomé otra decisión: algún día visitaré Nancy, ciudad donde pueden encontrarse la mayoría de sus obras.

Cuadro: Ombres portées, Émile Friant, 1891



Wikipedia
Malefices

Exposición de Sorolla en el Museo del Prado

Exposición de Waterhouse en La Royal Academy of Arts, Londres

3 comentarios:

  1. Hola!
    Gracias por tu visita y tu comentario!
    Sorolla me gusta mucho, ha estado siempre muy cerca de mi propia historia personal. Es interesante.
    Una pena no estar en Madrid para ir a ver la exposicion, por eso te agradezco que nos la hagas disfrutar en este espacio.
    De la peli tomo nota. Espero un dia poder verla.
    Saludos!

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  2. Ah! Se me olvidaba...
    Hermosa la pintura de Friant!!! No lo conocia... Es cierto que parece una instantanea.
    Ya tengo trabajo...

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  3. El placer es mío, Pelusa. Gracias por pasarte.

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