Bye, o sea, ciao.
Yo no es que me quiera ir.
Pero cuando me vaya
(porque tenga que ser así),
no lo haré del todo,
algo quedará de mí.
Estaré
(un tiempo al menos),
en el recuerdo de aquéllos
que yo olvidaría.
(Maldita memoria la mía
que me relegará a una esquina
desterrándome de mi propia historia).
Estaré en el verdín de la roca
en el que, una y otra vez,
perdiendo pie me escurrí.
En la cuerda de la guitarra
que sin querer rompí.
En el canto de la cigarra
(lo verás
cuando pases
por ese lugar de La Provenza
donde un día fui feliz).
Puede que alguien
me encuentre perdida
en la letra de la canción
que nunca logré aprender.
En el beso que no di.
En las migas del mantel
o en algún sueño
de los que tuve cuando
no podía dormir.
Bye, o sea ciao,
Yo no es que me quiera ir.
Sólo es que prefiero eso
cuando el olvido
se apodere definitivamente de mí.
viernes, 27 de noviembre de 2009
Con el Chau de Benedetti
Foto: El retorno de la memoria, Arturo Carrasco
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Qué generosidad, que nos dejen marchar, cuando llegue el momento.
ResponderEliminarEsto sí es un gesto de amor.
Yo también quiero que abran las ventanas.
Y que, quienes se queden, celebren
este pequeño milagro.
Cuanto más la escucho, más me gusta.
ResponderEliminar(Mientras salgo de la ducha y me preparo para la meditación de la tarde -como una ofrenda, sí).
Aún celebrando
la hazaña de estar vivos.
Gracias Emi.
Estoy llorando Emi, porque es tan cercano..........Porque intuyo de que olvido hablas, no del de los otros sino de nuestras ausencias,
ResponderEliminarQue bueno que alguien en el momento adecuado tuviera la generosidad de no dejarnos perdias en nestro olvido.
En esa maleta tan sugerente de esa partida sin billete.
Bueno......nada mas puedo decir sino que estamos juntas en ello.
Yo también, como muy bien expresas, quiero no estar cuando ..."el olvido se apodere definitivamente de mí", sería maravilloso poder elegir el momento para decir Bye, ciao.
ResponderEliminarVengo a agradecerte el fenomenal comentario que dejaste en mi anterior entrada. Un placer, de verdad.
ResponderEliminarMe encanta que te guste, Marié. Ismael Serrano tiene la habilidad de decir casi siempre lo que siento.
ResponderEliminar¡Feliz retiro! Y dale un beso muy fuerte de mi parte a Deshe (la verás por allí).
Lo escribí,pañuelo en mano, con el recuerdo de la conversación que mantuvimos unos días antes.
ResponderEliminarEsperemos, María, que el olvido no se nos lleve a la vez, pero, sea como fuere, estaremos juntas, es cierto.
Uma, elegir ese momento es para mí un derecho y no pienso renunciar a él.
ResponderEliminarGracias a tí, Raúl, por tu amable agradecimiento. El placer es leerte a ti.
ResponderEliminarEsos sueños que tenemos cuando no podemos dormir, son los que nos hacen estar despiertos.
ResponderEliminarYa no podré ver las migas de pan sobre mi mantel, con la indiferencia que lo hacía.
Precioso poema.
Sin los sueños más nos vale coger la maleta y marchar. Igual que si nos quedamos sin memoria. Muchas gracias, Arturo.
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