Este cuadro me trae a la memoria la novela de Julio Llamazares La lluvia amarilla, un monólogo que narra la existencia de los habitantes de un pueblo ya abandonado, sólo habitado por el narrador en las puertas de la muerte. Poético y triste como el cuadro.
domingo, 6 de julio de 2008
La casa del ahorcado
Este cuadro me trae a la memoria la novela de Julio Llamazares La lluvia amarilla, un monólogo que narra la existencia de los habitantes de un pueblo ya abandonado, sólo habitado por el narrador en las puertas de la muerte. Poético y triste como el cuadro.
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Hola! Y yo dando animos en mi anterior comentario... Bueno, yo vivo er una casa donde alguien acabo con su vida y con la de otros y no noto nada. Esos si, me salió muy barata!
ResponderEliminarEmi,
ResponderEliminarYo no puedo dejar de sentir cierta aprensión por lo que dice Rolex en su comentario. Creo que no podría vivir sin el "yu-yu" merodeando por mi cabeza noche tras noche.
Un beso,
ana
Bueno, a veces tengo sensaciones extrañas, pero yo creo que son cosas mias. Tengo muchos más "yu-yus" asi que lo que comento termina siendo irrelevante. Tambien siento mucha tranquilidad de saber que ningún banco me embargaría la casa porque es sencillamente invendible. Recibes menos visitas, lo cual es una ventaja más.
ResponderEliminarBueno, creo que he dicho sin el yu-yu cuando en realidad quería decir CON ese yu-yu, pero de cualquier manera, tienes razón, son más preocupantes otros yu-yus como el de pagar una gran hipoteca a final de mes.
ResponderEliminarY sobre lo de las "visitas", quien te dice que no te visitan otro tipo de...jajaja
;-)
un beso,
ana
Rolo,
ResponderEliminar¿Es cierto eso de que vives en una casa de asesinos y suicidas? No quiero desilusionarte, pero más te vale seguir pagando la hipotéca. Si tú no sientes nada, imagínate un banco!
Ana,
Yo estoy contigo. Sería difícil de llevar cada vez que vinieras del trabajo con ganas de matar a alguien y te entraran las dudas pensando que el espíritu de los asesinos se está haciendo contigo. Las dudas sobre uno mismmo son muy peligrosas, jajaja.
Emi
ResponderEliminarAdmirable la conexión entre, la imagen, el libro, la tristeza y el suicidio.
Siento desilusionar a Rolex, los bancos son capaces de vender el alma de una orquídea al diablo y ofrecerle un crédito ventajoso para financiar la compra. Eso sí luego le regalaran unas hermosas cacerolas.
Gracias Arturo. Tienes toda la razón sobre los bancos, son de lo más antipático.
ResponderEliminarJajajajaja.
ResponderEliminarEstá muy bien la casa donde está. Yo no soy aprensivo, y tengo más miedo a los vivos que a los muertos, pero si puedo elegir no vivo en una casa así.
En todo caso, el paisaje bucólico, la historia, los personajes, me parece muy romántico en el sentido del siglo XIX. No me hubiera importado haber ido allí en aquella época y haber pasado una noche en ella.
Por cierto, yo no etaría tan seguro de que tu casa es invendible rolex, según está el panorama de la vivienda, si la das barata te la quitan de las manos, y no creo que un banco la vendiera por mucho más de lo que importe tu deuda. jajajajaja.
Besos
La casa es hoy parte de un recorrido turístico por la ciudad del que forman parte, entre otros preciosos lugares pintados por Pisarro y Cézanne, la casa del Dtor. Gachet (que atendió a Van Gogh cuando se cortó la oreja y luego cuando se metió en su cama sangrando después del tiro que se pegó un día de esos en que ya no podía más) y la Iglesia (esa preciosidad inmortalizada por Vincent).
ResponderEliminarLo extraño es que no la hayan convertido en alojamiento rural, con su soga atada a una viga y todo.