Un título muy oportuno, que me recuerda algo, pero me temo que hay artrosis erosivas que van un poquito más deprisa que el caracol y que el óxido de este reloj, pero que se lleva con mucha "alegria", es que yo creo que el tiempo no va lento va muy deprisa demasiado, diría yo.
Agradezco el cumplido de corazón.En cuanto al gran mentiroso implacable, seguirá alternando tardes eternamente aburridas, con semanas que pasan en un suspiro, horas de caracol, con meses perdidos.Cómo decía aquel reloj asturiano, todas ellas hieren, la última mata.
Marié, esta imagen me impresionó. Me parecio una asociación muy inquietante. El tiempo es para mi una obsesión, motivo constante de intranquilidad. Al ver un caracol encima del reloj, se intensificó mi desasosiego, quizás porque a lo efímero hay que añadir lo engañoso.
Arturo, ¿dónde quedaron esas tardes de aburrimiento? El hastío que describía Machado en "Las moscas" es apenas conservado en la memoria. De vez en cuando siento una agradable nostalgia haciendo recuento de las horas pasadas tirada, en el sofá o en la cama, simplemente escuchando las sonatas de Beethoven o el ruido de la lavadora.
Da la impresión, Emi, que amas tanto la vida que te produce ansiedad (desasosiego, como dices) que se te vaya de las manos, en cada segundo que pasa. Pero también son segundos que ganas, que vives. Eres una entusiasta, Emi (yo y mis reportajes: ahora estoy con "La sabiduría del eneagrama). Guía para el desarrollo psicológico y espiritual de los Nueve Tipos de Personalidad). Eres una gran entusiasta, Emi, disfrútalo.
Gracias, Marie. Creo que tienes razón, soy una entusiasta de la vida y debería disfrutarla más y preocuparme menos de perderla, aunque te aseguro que no es morir lo que me importa, o ¿si?. No sé. jajaja
Sorprendentes, como casi siempre, y creativas las fotos de Arturo. Es un maestro.
ResponderEliminarSin palabras.
Un título muy oportuno, que me recuerda algo, pero me temo que hay artrosis erosivas que van un poquito más deprisa que el caracol y que el óxido de este reloj, pero que se lleva con mucha "alegria", es que yo creo que el tiempo no va lento va muy deprisa demasiado, diría yo.
ResponderEliminarBesitos Emi
Agradezco el cumplido de corazón.En cuanto al gran mentiroso implacable, seguirá alternando tardes eternamente aburridas, con semanas que pasan en un suspiro, horas de caracol, con meses perdidos.Cómo decía aquel reloj asturiano, todas ellas hieren, la última mata.
ResponderEliminarMarié, esta imagen me impresionó. Me parecio una asociación muy inquietante. El tiempo es para mi una obsesión, motivo constante de intranquilidad. Al ver un caracol encima del reloj, se intensificó mi desasosiego, quizás porque a lo efímero hay que añadir lo engañoso.
ResponderEliminarMaripili, la artrosis puede erosionar nuestras manos, pero ni tí ni a mi nos va a tocar el alma.
ResponderEliminarArturo, ¿dónde quedaron esas tardes de aburrimiento? El hastío que describía Machado en "Las moscas" es apenas conservado en la memoria. De vez en cuando siento una agradable nostalgia haciendo recuento de las horas pasadas tirada, en el sofá o en la cama, simplemente escuchando las sonatas de Beethoven o el ruido de la lavadora.
ResponderEliminarDa la impresión, Emi, que amas tanto la vida que te produce ansiedad (desasosiego, como dices) que se te vaya de las manos, en cada segundo que pasa. Pero también son segundos que ganas, que vives.
ResponderEliminarEres una entusiasta, Emi (yo y mis reportajes: ahora estoy con "La sabiduría del eneagrama). Guía para el desarrollo psicológico y espiritual de los Nueve Tipos de Personalidad).
Eres una gran entusiasta, Emi, disfrútalo.
Gracias, Marie. Creo que tienes razón, soy una entusiasta de la vida y debería disfrutarla más y preocuparme menos de perderla, aunque te aseguro que no es morir lo que me importa, o ¿si?. No sé. jajaja
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