"El deseo muere automáticamente cuando se logra: fenece al satisfacerse. El amor en cambio, es un eterno insatisfecho."
José Ortega y Gasset
El Pozo de los Deseos
Si yo creyera en los dioses que habitan el agua,
arrojaría una moneda
a ese pozo embrujado
por si la suerte quisiera
complacer mis ansias.
Muy quedo,
(como los amantes pronuncian sus promesas),
susurraría mi deseo,
baldíamente repetido.
Después,
con los ojos cerrados y la mano en el pecho,
aguardaría hasta oir
su chasquido en el agua.
Alzaría los ojos
y buscaría tu mirada
para saber si la moneda
cayó o no de cara.
Si la arrojaras,
ResponderEliminarse cumpliría;
Es lo que tiene
El Pozo de los Deseos
Cumplidos.
Me lo ha susurrado
La Hiedra
Lanzamos la moneda para que decida la suerte, pero muchas veces sólo queremos que se cumpla nuestro deseo.
ResponderEliminarFeliz semana.
Saludos
Emi,
ResponderEliminary qué sería del amor sin deseo?, no concibo el uno sin el otro, son pareja desde que tengo uso de razón.
Un beso,
ana
Le haré caso a Anónimo, pero sólo porque quiero que se cumpla mi deseo, J. Carlos.
ResponderEliminarAna, hay muchos tipos de amores... El amor es ancho y largo, el deseo estrecho, limitado y finito. Lo que es cierto es que, refiriéndose a la pareja la cosa es como tú dices, hasta un punto también. Yo sé que llegará un día en que, también en el íntimo espacio de la pareja, el deseo se acabará y el amor continuará. Lo sé.
El deseo tiene principio y final, cuando se refiere al amor de pareja. El amor (de pareja) puede llegar a ser infinito, es raro, pero poder ... puede ¿o no?
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, maripili.
ResponderEliminarPRECIOSO TU POEMA.
ResponderEliminarPreciosa tú, María.
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