Foto: Políptico on black, Patchouly (Pedro Obaganha)Gacela de la huida, Federico García Lorca
Me he perdido muchas veces por el mar
con el oído lleno de flores recién cortadas.
Con la lengua llena de amor y de agonía
muchas veces me he perdido por el mar,
como me pierdo en el corazón de algunos niños.
No hay nadie que al dar un beso
no sienta la sonrisa de la gente sin rostro,
ni nadie que al tocar un recién nacido
olvide las inmóviles calaveras de caballo.
Porque las rosas buscan en la frente
un duro paisaje de hueso
y las manos del hombre no tienen más sentido
que imitar a las raíces bajo tierra.
Como me pierdo en el corazón de algunos niños,
me he perdido muchas veces por el mar.
Ignorante del agua, voy buscando
una muerte de luz que me consuma.
También me he perdido por el mar y espero perderme pronto, otra vez. De momento doy largos paseos por el corazón de mi hija, peleando con el tiempo.
ResponderEliminarQue pena haber perdido a Carlos Cano, siempre nos quedará su voz para recordarle eternamente, a mí me gusta tanto.
ResponderEliminarQuerido Arturo, antes o después,todos nos perdemos por el mar, pero, por el corazón de una hija, sólo se pierden algunos. ¡Enhorbuena!
ResponderEliminarMaripili, ¿sabes que? Carlos Cano es quizá el único famoso cuya muerte he llorado (ni siquiera por mi querido Ángel González). Nunca olvidaré cómo tuve que detener el coche porque las lágrimas no me dejaban seguir conduciendo cuando oí la noticia por la radio.
ResponderEliminarNo sé que tiene su voz grave. ¿Será la poesía de su ternura o la ternura de su poesía lo que nos envuelve?</i
No era su voz grave, ni su ternura, simplemente era un hombre bueno y la bondad se deslizaba por su poesía templando sus cuerdas vocales.
ResponderEliminarComparto vuestra admiración por Carlos Cano.