"No es que sea pesimista, es que el mundo es pésimo"
José Saramago
Ergo uma rosa de José Saramago
Alzo una rosa, y todo se ilumina
como no hace la luna ni el sol puede:
serpiente de luz ardiente y enroscada
o viento de cabellos que se mueve.
Alzo una rosa, y grito a cuantas aves
el cielo colorean de nido y de cantos,
en el suelo golpeo la orden que decide
la unión de los demonios y los santos.
Alzo una rosa, un cuerpo y un destino
contra la fría noche que se atreve,
y con savia de rosa y con mi sangre
perennidad construyo en vida breve.
Alzo una rosa, y dejo, y abandono
cuanto me duele de penas y de asombros.
Alzo una rosa, si, y oigo la vida
en este cantar de las aves en mis hombros.
Sólo he leído su “Ensayo sobre la ceguera”, pero más que el escritor, me gustaba el hombre. Primero porque era una persona comprometida, segundo por su historia vital y, sobre todo, porque, pese a su pesimismo, nadaba en la utopía y creía en la posibilidad del cambio.
Hoy me siento huérfano, una vez más. Precioso post Emi. Hoy nos ha dejado uno de los más grandes seres humanos y siento que desearía creer que existe el cielo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Descanse en paz.
ResponderEliminarLo comprendo, Arturo. Sé que su Ensayo de la ceguera es esa novela que tú salvarías si sólo pudieras salvar una.
ResponderEliminarComprendo tu horfandad, y la del universo. Ahora nos toca esforzarnos en localizar el camino que él recorría para encontrarnos con más seres honestos que nos hagan pensar y nos ayuden a cambiar este pésimo mundo.
Eso seguro, Mercedes. Seguro que descansará.
ResponderEliminarQuerida Emi, en mi reclusión no me entero de nada, ¿ha muerto Saramago?
ResponderEliminarque semana mas triste de ausencias¡¡¡
tu me comunicas con el mundo, gracias aunque esta comunicación es realmente triste
Totalmente cierto: A pesar del pesimismo nadaba en la utopía y creía en un cambio para mejorar el mundo.
ResponderEliminarTambién yo alzo una rosa en su nombre.Por su compromiso de vida y por su obra.
A pesar de su ausencia seguirá acompañándonos a través de sus palabras.
Bello homenaje !
Me sumo!
Lo sé, María. Pásate por la casa de Marié. Allí siempre hay palabras que nos conducen a la paz. Te ayudará a llevar tus duelos.
ResponderEliminarEntonces somos muchos, Carmela. Contigo somos un batallón en ese homenaje. Todos aquellos que creemos que un mundo mejor es posible aunque nosotros no lo veremos.
ResponderEliminar(Como él decía, estar en ese grupo debe ser hormonal)
gracias lo haré, desde mi reposo de Pastrana, mando una rosa al rio.Gracias
ResponderEliminarSi. Así lo dijo : "Es hormonal"!
ResponderEliminarMe hubiera gustado que se quedara un poco más con nosotros .
No lo veremos , es verdad , pero haber intentado construir un mundo mejor habrá valido la pena.
Me tranquiliza saber que somos un batallón!
Bonito lugar para recordarle, María. Dulce homenaje.
ResponderEliminarEs un imprescindible que, afortunadamente, siempre nos va a acompañar.
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