Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
Esta la tengo en el cajón en espera de la foto que la acompañe.
ResponderEliminarPreciosas fotos y preciosa canción. No digas donde están esos maravillosos árboles, si se enteran algunos alcaldes que conocemos todos, zas! adiós olmos.
ResponderEliminarArturo, estoy disfrutando como enana de tu reto. Algo perezosa para comentarlas todas, pero no me pierdo ni una. =)
ResponderEliminarJajaja, Maripili. Están en Rugando, Lugo. Te lo digo con tranquilidad porque este blog todavía no ha alcanzado repercusión nacional. =(
ResponderEliminarBesos.
Llueve y es mañana de añoranzas.
ResponderEliminarEl café de tus/mis mañanas de verano; los sueños que se harían realidad si no sonara el teléfono; la voz de Serrat cantando al olmo seco de Machado, que también espera otro milagro de la primavera...
Gracias por tu compañía.
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